Santiago de Compostela - El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, se refirió ayer a los casos de las últimas desapariciones en la comunidad autónoma y, en concreto, al de la joven Diana Quer para reiterar que todavía “siguen abiertas todas las líneas de investigación”.
En una entrevista en la Radio Galega, Villanueva recordó que se trata de un caso “muy complejo” y que de momento no hay novedades, por lo que no se descarta ninguna de las líneas de investigación. También extendió esta premisa al resto de desapariciones denunciadas en Baiona y Ames, en las que las fuerzas de seguridad siguen trabajando.
Respecto a la coordinación entre los diferentes cuerpos de seguridad con competencias en investigación criminal -Guardia Civil y Policía Nacional-, Villanueva descartó la necesidad de un mando unificado. “Hay ciertos roces porque son cuerpos competitivos, cada uno quiere tener mejores resultados que el otro”, reconoció, aunque también matizó que la relación entre ambas organizaciones es buena y que “los mandos están coordinados”.
Sobre las necesidades del cuerpo en Galicia, Villanueva apuntó la conveniencia de una mayor tasa de reposición, que actualmente se sitúa en el 90% de las plazas. Asimismo, avanzó que se está renovando el parque móvil y los cuarteles de la Guardia Civil.
la familia Quer Por otro lado, la titular del juzgado número 1 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) ha decidido que el padre de Diana Quer siga manteniendo la custodia de Valeria, la hermana menor de la joven desaparecida en Galicia el pasado 22 de agosto, según una providencia de la jueza.
El padre de Valeria, Juan Carlos Quer, tiene la custodia de la menor después de que el juzgado número 2 de Ribeira, que luego se inhibió en favor del de Pozuelo, se la retirara a su madre, Diana López-Pinel. La juez se ha pronunciado a la vista del informe de la Fiscalía y señala que “no existe ningún elemento de prueba que acredite que la menor a día de hoy se encuentre en situación de riesgo con el padre, ni que su estancia con él sea perjudicial”.
Entiende la magistrada que “en los propios informes médicos aportados se evidencia la existencia de una situación médica en la menor, que debe de ser tratada, manifestando que uno de los motivos de su inestabilidad emocional es la relación con su madre”. Por el contrario, no se evidencia que los dos episodios de autolesiones que, según señala el escrito del fiscal ha sufrido la menor en septiembre -uno de ellos provocó su ingreso hospitalario- se deban a algún problema con el padre. - E.P./Efe