Barcelona - El aumento de las temperaturas por el calentamiento global conllevará un descenso de las muertes por gripe invernal en Europa, según un estudio que han llevado a cabo científicos del Instituto Catalán de Ciencias del Clima (IC3).

El estudio, que describe el efecto del cambio climático sobre la mortalidad y la gripe invernales en más de 160 regiones europeas y que publicó la revista Nature Climate Change, muestra por primera vez que las medidas de adaptación al cambio climático aplicadas en algunos países europeos han hecho que los inviernos fríos ya se asocien a aumentos estacionales de mortalidad y gripe.

El trabajo, realizado en colaboración con investigadores de centros de investigación franceses y suizos, ha determinado que los inviernos fríos en el Reino Unido, Bélgica y Holanda ya no están asociados a aumentos estacionales de mortalidad y gripe, pero que en el resto del continente estos todavía aumentan y disminuyen en función de si el invierno es riguroso o templado.

Los investigadores también han descrito el efecto que tienen las temperaturas frías sobre las tasas de mortalidad en la población europea, teniendo en cuenta los factores que inciden en la población en invierno, como la hipotermia, la hipertensión, la trombosis, la neumonía o la gripe. Según explicó Joan Ballester, investigador del IC3 y autor principal del estudio, “los países del Mediterráneo son los más vulnerables a las temperaturas frías: Portugal, España e Italia son 7, 4 y 3 veces más sensibles a las temperaturas invernales que los países de Europa central, respectivamente”.

la relación Los científicos han establecido la relación entre datos diarios de temperatura, mortalidad y gripe en más de 160 regiones de 16 países de Europa Occidental, que representan más de 400 millones de personas. Según Ballester, estos resultados enfatizan la importancia de las medidas de adaptación a las temperaturas ambientales, como por ejemplo el aislamiento térmico de las casas, para poder combatir mejor las consecuencias negativas del clima sobre la salud de la población. Este estudio se suma al que los mismos autores publicaron en la revista científica Nature Communications, donde por primera vez mostraron que la incidencia asociada a la canícula de verano superará a finales de siglo la mortalidad esperada para el mes más frío del año. El estudio describía diversos escenarios de aclimatación en la relación entre temperatura y mortalidad. - Efe