MADRID - Un hombre de 47 años fue detenido el sábado en Sevilla por recibir en su móvil escenas pornográficas de una menor y estar relacionado con el director y productor de cine porno Ignacio Allende Torbe, quien le remitió las imágenes con las que pensaba ganar “mucho dinero”.
Fuentes de la investigación informaron que el arresto de F.J.M.L se produjo en el marco de la Operación Universal que condujeron a la Policía a detener a seis personas a finales de abril, entre ellas Torbe, en prisión provisional acusado de delitos de pornografía, trata de seres humanos, blanqueo de capitales y delitos contra la Hacienda Pública.
Del análisis del material incautado en los distintos registros, explicaron las mismas fuentes, los investigadores descubrieron que Torbe había distribuido imágenes de contenido sexual y vídeos pornográficos al menos a una persona, ahora detenida y que cuenta con antecedentes por corrupción de menores.
Se trata de un amigo con el que Torbe mantiene desde hace tiempo relación y que le había ofrecido difundir a través de páginas de venta de material pornográfico los vídeos inéditos del conocido productor porno que éste no podía comercializar por su web al carecer de los permisos.
Tanto Torbe como el detenido sabían, según las fuentes, que la protagonista del vídeo era una menor o, si no lo conocían a ciencia cierta, sí intuían que lo era. Aún así, Torbe distribuyó las escenas con el convencimiento de que podía ganar mucho dinero e incluso llegó a decir, detallan las fuentes, que “chicas como ésta salen una cada diez años”.
Una vez que los vídeos comenzaron a distribuirse y hacerse populares, y ante el temor de que los padres de la menor le hubieran denunciado, Torbe intentó sin éxito comprar el silencio de la familia con 25.000 euros, además de intentar proponerles entrar en un negocio para ganar suculentas cantidades.
Tras no poder contactar con ellos, hacia mediados de marzo, varios meses después de haber grabado los vídeos, el director urdió otro plan con el detenido en Sevilla para chantajear a la víctima y a su familia, una táctica habitual de Torbe, apuntan los investigadores, que acumula varias denuncias en este sentido.
El director formalizaba una “suerte” de contratos de cesión de derechos completo e indefinido con sus actrices que la Policía analiza por si pudieran vulnerar la legalidad. Las actrices cobraban unos 200 euros por escena y acordaban que sus imágenes no fueran publicadas en España, una condición que Torbe incumplía. Cuando se percataban, comenzaba de nuevo la extorsión. A cambio de retirar el vídeo, tenían que pagar una cantidad de dinero que podía llegar hasta los 6.000 euros. - Efe