lucha contra los cazadores furtivos. Kenia declaró ayer la guerra a los cazadores furtivos con la quema de 105 toneladas de marfil y 1,35 de cuerno de rinoceronte procedentes de la caza ilegal, que ha puesto en riesgo la supervivencia de los elefantes en África. Esta decisión pretende reafirmar su compromiso para acabar con las mafias que trafican con el llamado “oro blanco” y que mueven cada año más de 175 millones de euros en todo el continente. En la imagen, varios bomberos contemplan la quema de pilas de colmillos de elefante. Foto: Efe