Madrid - Podría caer uno de los cocos de la Lomce en el tiempo de descuento. Según el Ministerio de Educación, la reválida de Bachillerato será similar a la Selectividad. No será una prueba única para todo el Estado. No será de tipo test, como proponía el primer borrador de la Lomce. Seguirá tiendo preguntas abiertas de ocho materias (cinco troncales, dos opcionales y una de las específicas a elegir). La nota servirá para acceder a todas las universidades, que era la principal preocupación de los rectores. Además, será “flexible” para que las comunidades puedan diseñar su propia reválida dentro de un marco general que fijará el Ministerio. Como hasta ahora, su resultado contará el 40 % en la nota final y el 60 % la media de Bachillerato. La puntuación máxima seguirá siendo 14. Docentes de los institutos y universidades seguirán corrigiendo las pruebas. Y, como novedad, se podría ponderar la nota de varias materias en función de la carrera que se desee estudiar.

Así lo anunciaron ayer el Ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, y el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Segundo Píriz, tras la negociación iniciada, después de que los rectores exigieran hace un mes una moratoria de un año para la puesta en marcha de la reválida que acabará con la Selectividad en 2017. Según la secretaria de Asuntos Estudiantiles de la CRUE, Ángela Barrios, la intención de las universidades era “cerrar cuanto antes” el nuevo sistema de acceso a la universidad para dar certidumbre al alumnado que este curso estudia en primero de Bachillerato.

Ahora toca pasar a limpio este acuerdo Ministerio-CRUE y que las comunidades autónomas den el visto bueno en el seno de la Conferencia Sectorial de Educación al borrador del real decreto que Méndez de Vigo presentará “próximamente”. Si se da esta conjunción de factores, teniendo en cuenta que hay una campaña electoral en ciernes, miles de bachilleres podrán por fin suspirar aliviados tras meses de información contradictoria. En junio de 2017, unos 9.000 estudiantes vascos se someterán a esta reválida que todavía no servirá para obtener el título de Bachillerato, pero sí para acceder a la universidad.

Y junto a la reválida única ideada por el exministro José Ignacio Wert para “evitar diecisiete sistemas educativos”, también podrían decaer en la práctica las pruebas de acceso a los estudios de grado. La Lomce permite que cada universidad diseñe sus pruebas de acceso, algo que el futuro decreto de la reválida no puede impedir. Sin embargo, con el sistema acordado “se garantiza que sirva para todas”, según declaró ayer Méndez de Vigo. Por su parte, el presidente de la CRUE señaló que espera que el próximo 19 de mayo los rectores acuerden en la Asamblea General no poner en marcha estos accesos específicos. Algo que, según aseguró, comparte “la inmensa mayoría de las universidades”, pues “posibilitaría una cierta segregación” del alumnado en función de sus posibilidades económicas porque “no todos podrían hacer varias pruebas” en los distintos campus.

Todo está abierto aún Desde el inicio de este debate, Universidad del País Vasco siempre ha abogado por defender el distrito único universitario para garantizar un acceso equitativo de todo el alumnado. La postura que ha mantenido es que, pasase lo que pasase con el futuro de la Selectividad, todas las universidades del Estado debían adoptar la misma decisión. O hacer las pruebas específicas de acceso todas, o no hacerlas. A este respecto, la postura particular que baraja la universidad pública vasca es la de no hacer pruebas específicas. Tal y como adelantó DNA en junio de 2015, el borrador del proceso de admisión con el que trabaja la institución para acceder a los estudios de grado tras la desaparición de la Selectividad en 2017, no recoge exámenes específicos para entrar en sus facultades.

Según ese documento de trabajo, la UPV/EHU valoraría la modalidad de Bachillerato cursado por el alumno y hasta tres materias aprobadas en 2º de Bachillerato vinculadas a la carrera que desea estudiar con una calificación extra de 4 puntos. Para entrar por la vía de Formación Profesional se tendría en cuenta la nota media del ciclo y desaparecería el cupo del 15% de plazas reservadas a FP. Los estudiantes extranjeros y comunitarios necesitarían la nota credencial extendida por la UNED.

La Generalitat de Catalunya aseguró ayer que los alumnos de esta comunidad continuarán haciendo la Selectividad en 2017, según fuentes de la Conselleria de Enseñanza y la Secretaría de Universidades. Las mismas fuentes aseguraron que no hay una nueva orden que lo regule, que en Catalunya se seguirá con lo que está establecido hasta ahora y que no ha habido ninguna reunión técnica con las comunidades en la que se abordara la cuestión. El Departamento vasco de Educación no se pronunció ayer. Y pese a que el calendario oficial del curso que viene recoge explícitamente que en junio de 2017 se realizará la Selectividad, al parecer, el Gobierno Vasco no ha tomado una decisión.

Primera reunión. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, y las comunidades autónomas se reunieron antes de dimitir para tratar el proyecto de real decreto que establece las características de las evaluaciones finales fijadas por la Lomce para poder conseguir el título de Secundaria y Bachillerato que tendrían un máximo de 350 preguntas cada una.

El primer ‘plante’. En esta reunión hubo uno de los primeros ‘plantes’ al ministro por parte de los consejeros de Educación de Andalucía, Asturias, Canarias, Catalunya y Euskadi, en protesta contra la implantación de estas pruebas, que consideran que invaden competencias, segregan, uniformizan y dañan a alumnos, profesores y centros.

El primer borrador. En 2017 la prueba de Bachillerato no será necesaria para el obtener el título de Bachiller y solo se tendrá en cuenta para el acceso a la Universidad. Según ese borrador, para obtener el título de Bachiller se requerirá superar la evaluación final con una nota superior o igual a 5 sobre 10. Tendrá un peso del 60% la media de las calificaciones obtenidas en cada una de las materias cursadas en Bachillerato y un 40% la obtenida en la evaluación final de dicha etapa. Los alumnos que no superen esta evaluación o quieran elevar nota podrán repetirla en convocatorias sucesivas.

El primer “acuerdo”. Según el acuerdo alcanzado por el Ministro de Educación con la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), la nueva prueba final de Bachillerato, que comenzará a aplicarse a partir del próximo curso 2016-17, en lugar de la Selectividad, tendrá un formato similar a ésta y no incluirá preguntas test como estaba previsto en un primer borrador sobre esta evaluación, con la que también se podrán alcanzar 14 puntos. Según ese acuerdo, el Ministerio de Educación será el que determinará el marco legal, las características, diseño y contenido de la prueba (sobre asignaturas troncales, dos opcionales y una específica) pero las comunidades autónomas desarrollarán los exámenes, preguntas o fechas. El 60 % de la nota de los dos cursos de Bachillerato se sumará al 40 % del resultado de esta nueva prueba que fija la Lomce.