MADRID. Son datos ofrecidos a Efe por la Dirección General de Tráfico (DGT) cuando faltan cuatro horas para que concluya la operación especial que se puso en marcha el Viernes de Dolores y que concluye a las doce de esta noche.

Una operación para regular los 14,5 millones de viajes del mayor éxodo del año (13,8 millones el pasado año), favorecido por el buen tiempo en una gran parte del territorio.

El accidente del autobús de Freginals ha roto la tendencia a la baja, ya que el pasado año se registraron cuatro víctimas mortales menos que en la Semana Santa de 2014, lo que colocó a estas vacaciones como las de menor siniestralidad mortal desde 1960 junto a las de 2013.

De todos modos, en cuanto al número de accidentes, esta Semana Santa ha registrado menos, un total de 28 frente a los 33 del año pasado.

Aunque ayer fue el día de más circulación en el regreso de los ciudadanos que han disfrutado de unas jornadas de ocio, la festividad hoy en seis autonomías, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, La Rioja, Navarra y País Vasco, ha complicado la circulación en diversas vías.

Y a la afluencia de coches se han añadido algunos accidentes que han dificultado a media mañana la llegada a Madrid por la A-1, ya que un siniestro a la altura de El Molar (Madrid) ha provocado al menos 12 kilómetros de atasco al haberse tenido que cortar el carril izquierdo en sentido a la capital.

También, a esa misma hora, la A-4, a la altura de Ocaña (Toledo), ha tenido que ser cortada por un accidente en el kilómetro 62 y se han habilitado desvíos que, sin embargo, no han logrado despejar el tráfico, que se ha mantenido un buen rato en nivel rojo (paradas prolongadas).

Esta tarde, las carreteras más afectadas, según los datos de la DGT, eran las de Valencia, con cinco kilómetros de atasco a las 19.30 horas en la A-3 en Buñol, quince entre Utiel y Requena y otros tres en Ribarroja del Turia.

La A-23 en Segorbe (Castellón) soportaba tráfico lento en diez kilómetros en sentido Sagunto (Valencia).

Mientras, en una comunidad limítrofe, Murcia, las vía A-7 y A-30 eran las más congestionadas en el entorno de la capital de la región.

Otra comunidad que hoy ha disfrutado de un día festivo, Cataluña, ha sufrido las consecuencias del regreso masivo de conductores. Así, en la AP-7 en Tarragona la fila de coches casi parados era de 15 kilómetros a la altura de Vilafranca del Penedés. En la N-340, eran nueve los kilómetros de atasco en Torredembarra.

Esta misma vía tenía circulación lenta en Castellet i La Gornal, en Barcelona, y en Lleida era la A-2 la más afectada por la procesión de coches en Tarrega y Anglesola.

La A-8 en Cantabria ha sufrido toda la jornada los problemas del importante número de vehículos que se dirigían a Vizcaya. A última hora de la tarde el atasco se concentraba entre Bárcena y Cicero hasta Colindres y en el entorno de Castro Urdiales, con quince kilómetros de retenciones.

Por su parte, en la provincia de Burgos la BU-30 tenía retenciones en Villagonzalo Pedernales y la AP-1 en el límite con Vizcaya, en Quintanapalla.

Sólo la A-6 entre Majadahonda y La Florida y la A-5 en Móstoles tenían dificultades en la Comunidad de Madrid.

Durante estas vacaciones, Tráfico ha desplegado un dispositivo con más controles de alcohol y drogas, más vigilancia y radares en tramos peligrosos y carreteras secundarias, más atención si cabe a los excesos de velocidad tanto a pie de vía como desde el aire y nuevas cámaras.

10.000 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, 800 funcionarios y personal técnico en los distintos centros de gestión del tráfico y más de 13.000 empleados de empresas de conservación de carreteras y personal de emergencias se han movilizado para esta ocasión.

Además, se han sumado las cámaras en pruebas en tres autovías (las A1, A2 y A3) para vigilar el uso del cinturón de seguridad. Tráfico tienen pensado instalar a lo largo del año 270 de estas cámaras, de las que el 60 por ciento se colocarán en carreteras convencionales.