SANTIAGO DE COMPOSTELA. La Fiscalía y la Acusación Popular, que ejerce la asociación Clara Campoamor, han coincidido en que el papel de los padres adoptivos de la menor no fue el oportuno, y mucho menos el esperable, durante la instrucción.

"Hubo de todo menos colaboración, una total obstrucción", según ha denunciado Ricardo Pérez, el abogado de la organización personada, que vela por los derechos de la infancia.

El representante del Ministerio Fiscal, Jorge Fernández de Aránguiz, ha señalado que los padres, a los que acusa de idear un plan "conjunto" para acabar con la vida de esta menor de altas capacidades, "ocultaron elementos fundamentales para la investigación".

En ese sentido, el fiscal ha recordado cómo en un primer momento los progenitores no se refirieron en sus testimonios a hechos realmente importantes, tales como que la pequeña viajó con su madre a la casa familiar que tenían a escasos kilómetros de donde apareció el cadáver.

Ha visto en ello una falta de colaboración que, a su juicio, se repitió durante el registro del domicilio en el que supuestamente mataron a la cría, una vivienda en la que la madre "rápidamente" se dirigió a una papelera con pruebas "relevantes", como pañuelos con ADN de Asunta.

Y un hogar, el de Teo (A Coruña), en el que el padre de Asunta, el periodista Alfonso Basterra, explicó, sin ser preguntado al respecto, la existencia en la casa de una cuerda naranja de iguales características a la encontrada junto al cadáver de la niña, ha desvelado este miércoles el fiscal.

No obstante, los abogados de la defensa han insistido en esta intensa sesión en la defensa de sus patrocinados y en el hecho de que no existe "prueba" alguna contra ellos.

Han valorado, asimismo, la colaboración de ambos con el caso, ya que abrieron a los investigadores las "puertas y ventanas de sus tres casas", a pesar de que "nunca" tuvieron la consideración de víctimas.

Asunta fue localizada en la madrugada del 22 de septiembre de 2013, sin vida, en una pista forestal de Teo (A Coruña), y sus padres, que la adoptaron cuando no había cumplido siquiera un año, son los únicos imputados por esta muerte violenta que ahora se juzga.