24 de junio. Un hombre de 43 años fallece tras recibir varias cornadas durante la lidia tradicional del toro de San Juan en la feria de los Sanjuanes de Coria (Cáceres).

25 de junio. Muere un hombre de L’Ampolla (Tarragona) tras pasar varios días ingresado al resultar herido, el 22 de junio, por un toro embolado.

5 de julio. Fallece un hombre de 43 años al recibir una cornada en las fiestas de Sant Pere del barrio de Grau (Castellón).

14 de julio. Muere un turista francés de 44 años por una cornada en Pedreguer (Alicante).

3 de agosto. Pierde la vida un hombre de 89 años, en los festejos de bous al carrer (toros en la calle) en Gata de Gorgos (Alicante), al caer al suelo cuando una vaquilla metió la cabeza entre los barrotes.

9 de agosto. Un hombre de 32 años recibe una cornada en el cuello en un encierro en Villaseca de la Sagra (Toledo).

14 de agosto. Pierden la vida dos hombres, uno de 32 años que recibió una cornada en la localidad valenciana de Museros durante los festejos del bou al carrer, y otro de 55 que había sido corneado el día anterior en un encierro en Blanca (Murcia).

15 de agosto. José Alberto Peñas López, de 36 años, concejal de Traspinedo, fallece cuando participaba en un encierro en la localidad de Peñafiel (Valladolid).

16 de agosto. Murió otro joven de Calahorra tras ser corneado durante una suelta de vaquillas en las fiestas patronales de Lerín (Navarra).

22 de agosto. Un hombre de 45 años falleció tras una cogida sufrida durante los festejos de bous al carrer en Borriol (Castellón).

30 de agosto. Muere un errenteriarra durante los festejos taurinos en Cuéllar (Segovia).

12

La muerte del errenteriarra eleva a 12 el número de fallecidos en estos festejos en el Estado en 2015. Esta cifra supone las más alta de los últimos quince años en lo referente a espectáculos taurinos como los encierros.

Bilbao - Este verano los festejos taurinos se han teñido de rojo y no solamente por los capotes de los toreros. Estos sucesos han reavivado la polémica sobre unas celebraciones que suscitan enconados debates. La muerte del vecino de Errenteria del domingo pasado elevó a 12 los fallecidos en estos espectáculos durante el año 2015, una cifra que es la más alta de los últimos 15 años. En total, desde el 2000, 74 personas han muerto en esta clase de eventos.

“Dentro de los miles y miles de actos taurinos que se celebran en el Estado la verdad es que ocurren desgracias que sentimos todos de corazón”, admite Daniel Gómez Garay, presidente del Club Taurino de Bilbao. Su afición por los toros le viene de familia y considera que este tipo de debates con “gente moderna” y “en los años que estamos” no tiene ni pies ni cabeza. “Hay muchos ciudadanos a los que nos gustan los toros y al igual que nosotros respetamos otras prácticas también exigimos respeto”. En cuanto a las víctimas de este año, abunda en que la mayor parte de los accidentes ocurren o bien por problemas de alcohol o por ser gente mayor. “Son el resultado de pequeñas imprudencias con trágicas consecuencias”. Y asegura que ya se toman las medidas de seguridad pertinentes, como controlar a los corredores con alcoholímetros, pero que estas no son infalibles. “No se puede poner cada vez que hay una fiesta un policía detrás de cada persona”.

Por otra parte, Kontxi Reyero es miembro del Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia y no puede estar más en desacuerdo con Gómez. “Es increíble que con estas cifras se continúen organizando y promocionando con dinero público esta clase de espectáculos”. Alega que hay alternativas más baratas, seguras y que existen necesidades sociales que deberían estar por encima de este tipo de eventos. “La vida de los toros parece que no vale nada, ¿pero y la de los seres humanos”.

En esta medida, varios activistas de la asociación animalista Gladiadores por la Paz han viajado recientemente hasta el Vaticano, donde han entregado una carta dirigida al Papa Francisco, en la que piden la “desvinculación expresa” de la Iglesia católica con el Toro de la Vega y otros festejos taurinos así como de otras actividades en las que se maltratan animales “en honor a santos y vírgenes”, según explicó el portavoz de la asociación, Oscar del Castillo.