madrid - El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que ningún país de la Unión Europea (UE) puede dar “lecciones de responsabilidad y solidaridad a España” en materia de inmigración, dado el esfuerzo que está realizando en su papel como frontera exterior de Europa para contener la inmigración irregular.

A preguntas de los periodistas en Melilla, Fernández Díaz defendió la postura de España en el Consejo de Ministros de Interior celebrado el pasado lunes en Bruselas, en el que hizo valer el tratado de funcionamiento de la UE aprobado en Lisboa, por el cual se deben tener en cuenta los esfuerzos que los estados realizan.

“España es de los estados que sin duda más esfuerzos realiza para el control de la inmigración irregular”, aseguró Fernández Díaz al recordar que en los últimos cuatro años ha denegado la entrada, ha devuelto o ha expulsado a más de 100.000 inmigrantes irregulares que de lo contrario habrían llegado a Europa, generando “movimientos secundarios”.

A ello se le une el blindaje de la fachada atlántica con la presencia de unidades navales, patrulleras de la Guardia Civil, unidades aéreas y equipos conjuntos de investigación de la Policía Nacional que están desplegados junto a los servicios de Senegal y Mauritania, lo que ha permitido que no se haya producido ninguna entrada desde la crisis de los cayucos.

Recordó que en aquella crisis 40.000 inmigrantes llegaron a Canarias, y se produjo además “un auténtico drama” con muchos muertos por ahogamiento en el Atlántico, si bien en aquel momento “la opinión pública no estaba sensibilizada como lo está hoy”.

El “esfuerzo importantísimo” de España en el Atlántico y las fronteras exteriores de Europa en África, junto a la colaboración de Marruecos, es lo que ha permitido según el ministro que en el Atlántico no se reproduzca el “drama humanitario” que se está dando en el Mediterráneo Central y Occidental.

“Ese esfuerzo en medios humanos y recursos de todo tipo debe ser ponderado y a la hora de la verdad nosotros hemos puesto sobre la mesa esa realidad para que se tenga en cuenta que no pueden ser tratados los estados de la UE de la misma manera, en la medida en que no todos contribuimos con esfuerzos idénticos en la contención de la inmigración irregular”, dijo. El ministro aseguró que la Comisión Europea y los estados de la UE conocen y respetan las razones de España en el reparto de la cuota de inmigrantes, en el que al final ha acordado aceptar a 1.300 porque el Gobierno no quería “bloquear un acuerdo de esas características”. - Efe