MADRID. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha afirmado este lunes que no hay ningún dato que avale que haya una "relación causa-efecto" entre el atentado que dejó 37 muertos el hotel Riu de Sousse (Túnez) y el hecho de que ese hotel perteneciera a una empresa española.
"No hay ninguna información, una vez hechas las investigaciones, que pueda avalar esa conexión", ha dicho en una entrevista en 'Los desayunos de TVE' recogida por Europa Press.
En su opinión, los terroristas pretendían "boicotear" el proceso hacia la democracia "razonable" y "pacífico" que se está viviendo en Túnez y, además, golpeando al sector turístico, obtener gran impacto internacional.
Fernández Díaz ha subrayado que el yihadismo es la principal amenaza para la sociedad civilizada y, aunque ha insistido en que no hay que generar alarmismo, ha pedido colaboración ciudadana, porque el riesgo es "elevado" y "es imposible controlar a todo el mundo".
Según ha dicho, le preocupan especialmente los "desplazados frustrados", que se han radicalizado en las redes o en centros de culto o prisiones y que, ante la imposibilidad de viajar a Siria o Irak, intentan atentar en su país de residencia. También ha alertado contra los retornados que vuelven de la zona de conflicto a un país europeo distinto de su país de residencia original.
"QUE NO HAYA HABIDO ATENTADOS NO HA SIDO POR AZAR"
En todo caso, ha destacado el trabajo de inteligencia y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado: "Que no se haya producido todavía ningún atentado no ha sido por azar, en algunas ocasiones ha habido suerte pero, igual que con la inspiración, la suerte viene cuando estás trabajando"
Según sus datos, en lo que va de año han sido detenidas 48 personas y, según datos de Europol, han partido de la UE 4.000 personas para combatir en Irak, Siria y Libia, mientras que los retornados se estiman en unos 1.300.