PAMPLONA. Los robos se produjeron en establecimientos diferentes desde sedes de asociaciones, ONG y peñas, hasta academias de baile, academias de idiomas, guarderías, sociedades gastronómicas, establecimientos comerciales y de hostelería.
Las detenciones se produjeron el pasado 18 de marzo en el marco la "Operación Gustavo", según informa la Jefatura Superior de Policía, que explica que la investigación comenzó en enero al observar un repunte en los robos en establecimientos comerciales y locales de ocio de Pamplona, todos ellos de madrugada y utilizando un similar "modus operandi".
Los autores realizaban labores de selección previa de los establecimientos, recopilaban información sobre los días de máxima recaudación, seleccionaban locales con escasas medidas de seguridad activa y accedían a ellos en muchas ocasiones mediante fractura de las ventanas que se encuentran al nivel de la calle, mientras otros integrantes del grupo realizaban tareas de vigilancia para eludir la acción policial.
Tras acceder a los establecimientos en pocos minutos fracturaban arcas, cajas registradoras y máquinas de tabaco para hacerse con su contenido junto con otros objetos con salida en el mercado negro como ordenadores, teléfonos móviles, cámaras de foto, vídeos y televisores.
Las investigaciones llevaron a la identificación de cuatro varones vecinos de Pamplona con numerosos antecedentes por hechos similares.
En el registro del domicilio "utilizado por el cabecilla del grupo" se recuperaron numerosos efectos procedentes de esta actividad delictiva, como ordenadores, material informático, cámaras fotográficas y televisores, teléfonos móviles, dinero en efectivo y diversa documentación, que ya han sido entregados a sus víctimas.
A los detenidos se les imputan 43 hechos cometidos en establecimientos dedicados a sectores de actividad muy diversos, situados en prácticamente todos los barrios de Pamplona, aunque los más afectados fueron los de Iturrama, Chantrea y la Rochapea.
En el caso de los robos a asociaciones y ONG el perjuicio iba más allá del patrimonial, ya que sustraían ordenadores que contenían ficheros de gran valor para su labor diaria, lo que había generado una gran preocupación entre el sector.
Los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Pamplona el pasado fin de semana. El juez decretó el ingreso en prisión de dos de ellos y libertad con la obligación de personarse semanalmente en el juzgado para los otros dos.