roma - El arzobispo de Valladolid, exobispo de Bilbao, y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez Pérez, fue ayer sábado el número 12 de los 20 nuevos purpurados en acercarse al Papa y arrodillarse ante él para recibir el anillo cardenalicio. El Pontífice otorgó a Ricardo Blázquez la iglesia romana de Santa María in Vallicella, que representa la comunión del nuevo cardenal con Roma.
El consistorio -donde estaba el Papa emérito Benedicto XVI-, comenzó con el saludo litúrgico y la oración colecta. El Papa Francisco saludó al papa emérito Benedicto XVI antes y después. Benedicto XVI ya participó en el primer consistorio de creación de cardenales que celebró Francisco en febrero de 2014. Esa fue una de sus contadas apariciones públicas desde que hace dos años renunciara al Papado. El secretario personal del Papa Emérito, George Gänswein, ha asegurado que Benedicto XVI “sale solo cuando se lo pide el Papa Francisco y no acepta otras invitaciones” porque lleva una vida “monástica”.
Sobre su salud, indicó que como cualquier persona de casi 88 años “tiene problemas en las piernas de vez en cuando” pero precisó que “la cabeza le funciona perfectamente” y que tiene “una mente formidable”. Así, en su día a día, el Papa Emérito reza, estudia, pasea, recibe alguna visita y también toca el piano, “sobre todo Mozart”.
Tras la proclamación del Evangelio, Francisco exigió a los nuevos cardenales que no acepten “injusticias” ni siquiera las que “podrían ser beneficiosas” para ellos o para la Iglesia. El papa argentino les dijo antes de imponerles el capelo y la birreta y darles el anillo que la “caridad” tiene que ser la pauta de su trabajo. Bergoglio aseguró que la caridad significa ser magnánimo y benevolente y dijo: “la magnanimidad es, en cierto sentido, sinónimo de catolicidad, es saber amar sin límites, pero al mismo tiempo con fidelidad a las situaciones particulares y con gestos concretos”.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, se ha convertido en el cuarto cardenal de la historia de la Diócesis vallisoletana 104 años después de que el arzobispo José María De Cos y Macho fuese creado purpurado en 1911. Tras ser creado cardenal, Ricardo Blázquez, dijo en Roma que “hay que colaborar con la Justicia de manera decidida”, en relación con los presuntos casos de pederastia. El cardenal consideró que “se ha afrontado la cuestión con decisión en España. Lo primero es pedir perdón, pero no basta”, aseguró ante la prensa en el Colegio Español de Roma. “Es una cuestión mayor que debemos tomarnos muy a pecho”, agregó Blázquez.
Para el arzobispo de Valladolid, “es necesario que los padres tengan seguridad de que sus hijos sean bien tratados en la Iglesia”. - Efe/E.P.