MADRID. Esa madrugada, Romero llamó al sistema de alerta de salud pública al presentar 37,3 grados de fiebre. Un equipo del Summa 112, compuesto por un conductor y un auxiliar que pertenecen a una subcontrata, acudió al domicilio de Romero y Javier Limón, trasladándola a Urgencias del Hospital Fundación de Alcorcón. Tras dar positivo en dos pruebas, se la trasladó al Hospital Carlos III.
El abogado de los camilleros ha especificado a Europa Press que la querella, que esta mañana ha adelantado el diario 'El Mundo', se ha presentado ante los Juzgados de Alcorcón por no informar a sus clientes de que iban a recoger a una persona que podría estar contagiada del Ebola.
"Teresa y el resto de personas que estuvieron en contacto con los pacientes con ébola tenían que haber sido objeto de seguimiento y éste se debía haber dado a mis clientes para que la atendieran con seguridad para su propia salud y para la de su familia", ha aseverado el letrado, quien ha señalado que sus patrocinados recibieron solo media hora de charla sobre el virus.
En esta línea, ha insistido en que se les ocultó todo y se les comentó que era "un síndrome febril". "La llevaron al hospital y entró por Urgencias. De no haber avisado mis clientes que presentaba síntomas de ébola, las personas de Urgencias podrían haber estado también expuestas", ha dicho.
El letrado ha adelantado a Europa Press que también está preparando una querella que presentará una celadora del Hospital Carlos III contra el centro hospitalario y el Servicio Madrileño de Salud por los mimos motivos al haber estado expuesta al virus.