GASTEIZ - Todos los sindicatos de la sanidad pública vasca han vuelto a aunar fuerzas para lanzar un órdago a Osakidetza. ELA, LAB, CCOO, UGT, ESK, SATSE, SME y FFHE anunciaron ayer que culminarán la nueva fase de movilizaciones con dos jornadas de huelga los días 29 y 30 de abril en caso de que la dirección del servicio de salud “siga inflexible”. El nuevo pulso se plantea a pesar de que la semana pasada los responsables sanitarios vascos anunciaron una reunión de la Mesa Sectorial en febrero para proponer “propuestas en materias clave” como la movilidad interna definitiva, el concurso de traslados, la contratación temporal y la OPE.
La nueva campaña de movilizaciones -que viene precedida por los paros de noviembre y diciembre del año pasado- no ha gustado al Departamento de Salud que contestó ayer con una dura réplica. “No existen razones para anunciar más acciones de protesta y, si las hubiera, los sindicatos no las han puesto sobre la mesa desde la última huelga del 4 de diciembre ”. Además, Salud lanzó un misil a la línea de flotación sindical. De hecho se pidió a los ciudadanos “que analicen las fechas elegidas por los sindicatos para la convocatoria de huelga que tienen un marcado tinte, si no vacacional, sí político dada su proximidad a las elecciones municipales y forales de mayo”, se criticó.
Ajenos a este tirón de orejas, representantes de las centrales denunciaron que, desde que iniciaron movilizaciones conjuntas el pasado mes de junio para exigir que se “priorice la creación de empleo y la calidad asistencial para asegurar una sanidad pública de calidad”, Osakidetza ha realizado “tímidas propuestas que han buscado el impacto mediático por encima de mejoras concretas”.
Los sindicatos reivindican “la reversión de todos los recortes” que, a su entender, ha sufrido la sanidad pública y “volver a la plantilla de 2010, a nuestra jornada laboral, recuperar el poder adquisitivo perdido, tener cargas de trabajo aceptables o tener derecho a enfermar sin que nos castiguen”. En este sentido, aseguran que no renunciarán a “ninguno de los derechos que se nos ha hurtado durante los últimos años”. Por ello, mantendrán sus movilizaciones hasta que los responsables de Osakidetza accedan a iniciar la negociación de una oferta pública de empleo para 2015 que “parta de las 3.000 plazas y garantice la consolidación del empleo” para todos los colectivos.
Entre sus demandas, se encuentran también que se articulen “los mecanismos para que cada trabajador recupere la jornada laboral anterior y las licencias”, así como que se sustituya a los trabajadores ausentes “en todos los casos y desde el primer día” y que se resuelvan las convocatorias de Desarrollo Profesional de 2011.
Los sindicatos tienen previsto poner en marcha iniciativas como “recogidas de firmas, manifestaciones, semanas de calidad asistencial, concentraciones, protestas contra la privatización de la sanidad”, entre otras. En caso de que la Dirección “siga mostrándose inflexible en sus planteamientos”, han advertido de que “esta nueva fase de movilizaciones culminará con dos días de huelga” el 29 y el 30 de abril.
Afirman que estas peticiones pretenden “priorizar la recuperación de los miles de puestos de trabajo perdidos en Osakidetza, mejorar las cargas de trabajo y ofrecer un servicio de calidad”. “¿Está dispuesta esta Dirección a negociar en base a estos parámetros?”, cuestionaron sus portavoces, Iñigo Garduño (CCOO) y Arantza Agote (UGT).
La dirección de Osakidetza había afirmado, no obstante, que la próxima Mesa Sectorial abordará temas “de suficiente relevancia como para que si todas las partes tienen interés en llegar a acuerdos, se trabaje de forma conjunta”.
Por otra parte, el “colectivo de opositores aprobados en el concurso oposición de 2011 de Osakidetza” afirmó ayer en un comunicado que la convocatoria de una OPE de 484 plazas en 2015 es una “mofa a la ciudadanía” y solo sirve para “ahondar en la precariedad laboral de los trabajadores no fijos” de Osakidetza.