GASTEIZ- La Plataforma de Afectados por la hepatitis C de Bizkaia, creada hace una semana, ha convocado como primera acción una concentración mañana en la plaza Circular de Bilbao para sumarse a la marcha de Madrid.

Las movilizaciones de afectados por este virus se están centralizando en Madrid, donde un grupo de enfermos permanece encerrado desde el 18 de diciembre en el Hospital Doce de Octubre, desde el que mañana partirá la marcha "Díselo al Gobierno: tratamiento para todos", que concluirá en el Palacio de La Moncloa.

Jesús Giné, un vecino de Legazpi enfermo de hepatitis C que lleva un año esperando a que Osakidetza le administre el nuevo fármaco Sovaldi, al que se le atribuye una eficacia superior al 90 %, también estará en la capital española.

Giné ha explicado que se siente "obligado" a acudir junto a las personas que luchan por todos los afectados de hepatitis C.

Si la enfermedad se lo permite, participará esta noche en el encierro y mañana en la marcha a La Moncloa.

Giné ha lamentado que en Euskadi los afectados no hayan salido hasta ahora a la calle para hacerse oír y opina que puede influir el miedo de algunas personas a se relacione hepatitis C con droga, igual que hace años se asociaba sida con homosexualidad.

Este guipuzcoano, que se siente muy respaldado por sus vecinos de Legazpi, que han creado incluso una plataforma de apoyo, asegura que va a luchar por su vida "hasta el final". "No me va a hundir nadie ni nada. Voy a seguir luchando hasta que las fuerzas me aguanten", subraya.

Giné lleva 20 años diagnosticado de hepatitis C y ha sido trasplantado de hígado pero el virus le ha vuelto a atacar y cada vez que va a consulta con su médico en el Hospital de Cruces el diagnóstico es peor.

Asegura que lleva un año esperando a que le receten el nuevo medicamento conocido como Sovaldi, cuyo coste ronda los 60.000 euros por tratamiento.

Según Giné, su médico forma parte del equipo que evalúa a los enfermos de hepatitis C en Euskadi y le dijo en enero del año pasado que él estaba en la lista de los que iban a recibir Sovaldi pero el fármaco sigue sin llegar.

En este sentido, opina que la decisión del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, de crear un equipo con los mejores hepatólogos para coordinar un plan estratégico a nivel nacional no es la solución porque la medicación no llega a los hospitales ni a las farmacias.

"No es un problema médico sino político porque no compran Sovaldi o lo hacen a cuentagotas", ha criticado.

Así, ha recordado que en diciembre le dieron este fármaco a una afectada de hepatitis C en Madrid "y a los tres días murió porque era demasiado tarde".

"¿Tenemos que llegar a eso? ¿Por qué no me la dan a mí ahora que todavía estoy viviendo?", ha denunciado.

En cuanto al elevado precio de este fármaco, se ha preguntado por qué el mismo tratamiento cuesta 900 euros en Túnez y aquí 66 veces más.

Asimismo, ha recordado que Francia intentó aprobar una iniciativa en el Parlamento Europeo para que todos los países se unieran frente a la farmacéutica que lo fabrica y conseguir que abaratara el precio pero "se quedó sola, ningún país le apoyó".