Muchos han sido los mensajes navideños, más o menos creativos y ocurrentes, que un año más y tras la socialización de los smartphones, estamos recibiendo. No han estado mal, pero como cada vez que hay algún acontecimiento o noticia reseñable hay unos anónimos artistas que lanzan al hiperespacio montajes ocurrentes, pues ya nos vamos acostumbrando y la verdad, no ha habido muchos que me hayan sorprendido estas Navidades.

No obstante, uno sí que me ha hecho reír y mucho además; el montaje del pequeño Nicolás sustituyendo al Borbón felicitando, por él, las Navidades, me pareció la bomba y me dio mucho en qué pensar. Si este pájaro ha sido capaz de llegar más allá de las altas esferas, dejarse querer por el CNI, ir a todas las recepciones imposibles para cualquier mortal y sacarse fotos con todo pichipandi con únicamente 20 años, además, sabiendo que es capaz de todo, me pregunto ¿por qué no puede ser el próximo que sustituta a Felipe VI dando el mensaje navideño como nuevo rey de los españoles?...

Además de la papada imperial que le asoma con esta corta edad, yo sí que le veo dispuesto a dejar a un lado a su amiga pechotes y lanzarse como un loco a la conquista de la princesita Leonor, cuando la edad de ésta, hoy niña, le dé para ello. Desde luego, si ha llegado donde está ahora, lo otro no deja de ser un juego de niños inocente para el pequeño Nicolás y sólo le quedan de espera 9 años para que la Princesa de Asturias sea mayor de edad. Yo, si fuera el padre, andaría con mucho tiento viendo cómo se las gasta su, tal vez, posible yerno?

¿Se imaginan ustedes la papeleta?, Felipe aguantaría todo, ha tenido que aguantar a su familia?, pero ¿y su madre, la reina Leticia?, ella ya pensaría “si pasé de dar noticias en el telediario a reina tras un fructuoso noviazgo, ¿por qué Nicolás, de ser casi el confidente más confidencial del reino, no puede ser rey?”. ¡Pobre mujer!, lo que le espera?

Yo, de momento, guardo ese foto-montaje como preludio de un gran amor que sin lugar a dudas el pequeño Nicolás intentará obtener de la futura reina de España. Desde luego si consiguiera ser rey, por hablar no quedaría, y por engañar a los unos o a los otros o a los dos, tampoco. Menuda verborrea gasta el chaval y bien que aguanta los envites. No quiero ni pensar la cara que se le podría poner a la reina Leticia cuando se lo anunciara su hija?

¡Ay? pobre piel de toro!, lo que tendrá todavía que ver con esto del Nicolás txiki, más parece todo una chanza de un día como hoy, como esta columnita que de momento y sólo de momento “no es real”. Feliz día a todos y todas, y fantástico comienzo de un importantísimo y transcendente año. Urte berri on!