gasteiz - Lo dijo el lehendakari Iñigo Urkullu. Y su consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan Mari Aburto, insistió en la idea. La diversidad, el encuentro y la aceptación mutua son esenciales para avanzar hacia una sociedad más rica. Ahora toca, gestionar esa pluralidad. Y lo primero, expresó Aburto es reflexionar sobre el hecho de que la inmigración no es un fenómeno coyuntural. “La mayoría quieren quedarse en Euskadi”.
Esa es una de las razones principales que inspira el contenido de la Declaración Institucional que habla de las libertades y derechos de las personas migrantes, y también de sus obligaciones. Un texto que pone en valor la diversidad de culturas existente en la geografía vasca y la experiencia histórica del Pueblo vasco como emigrante para asentar las bases de una mejor y más adecuada respuesta a la convivencia.
Y que subraya cómo a pesar de los discursos que se empeñan en presentar el hecho migratorio como un problema, “la diversidad es una oportunidad para la sociedad vasca. Tenemos el reto de facilitar que esa diversidad despliegue todo su potencial en los próximos años”, se indica en uno de sus apartados. O, como tradujo el consejero Aburto, “conseguir que los sueños de esas personas migrantes se hagan realidad”.
En un tiempo en el que las sociedades más desarrolladas se preguntan sobre cómo recomponer su pesimista futuro demográfico, apostilló el lehendakari Urkullu, “debemos mirar con esperanza y agradecimiento” el hecho de que personas procedentes de otros lugares del mundo escojan vivir en Euskadi. Eso sí, subrayó, “no puede ser que las leyes no acompañen esta voluntad de permanencia, condenando a las personas inmigrantes a la excepcionalidad”.
“Si acertamos hoy con los compromisos que adoptemos y con las decisiones que tomemos estaremos poniendo las bases para un futuro mejor”, concluye el documento en forma de compromiso presentado ayer ante una representación de la sociedad vasca. - J. Fernández