El tabaco continúa siendo uno de los problemas de salud pública más graves, y es la causa prevenible más importante de mortalidad, que provoca, además, una notable disminución de la esperanza de vida. Por eso, el Gobierno Vasco está decidido a emprender una guerra sin cuartel contra la nicotina y quiere prohibir fumar en todos los recintos deportivos al aire libre según establece el anteproyecto de Ley de Adicciones. Ante esta medida, los fumadores vascos aficionados al fútbol deben asumir que tendrán que dejar el tabaco en casa cuando vayan a ver a su equipo.

La legislación vigente prohíbe fumar en los recintos al aire libre cuando los espectáculos van dirigidos a menores y advierte que en el resto de casos “solo se podrá fumar en el espacio o localidades específicamente habilitados para ello”. Esta redacción es lo suficientemente ambigua para poder forzar a los clubes a crear zonas de fumadores y no fumadores, pero también para abrir la mano y considerar que todo el estadio está habilitado, que es lo que hasta ahora ha sido la práctica común. La ambigüedad desaparece en el nuevo texto legal. “Se prohibe fumar en todos los espacios cerrados y semicerrados de uso público. En particular, se prohibe fumar en las instalaciones deportivas, incluidas las zonas anejas cerradas, semicerradas y al aire libre”, establece con claridad un artículo. A nivel internacional, la FIFA lleva ya 12 años prohibiendo el consumo de tabaco en Mundiales y la UEFA también lo aplica en Eurocopas.

El Gabinete de Urkullu aprovechará también este proyecto legislativo para reconocer los clubes de cannabis -asociaciones que promueven el cultivo para consumo propio-, si bien su regulación efectiva se dejará a un posterior reglamento.