Financiación de la universidad para los próximos cuatro años, reforma universitaria, plan de fusiones de la UPV/EHU... ¿Cuál de los temas le ocupa más?
-El plan universitario. Hemos hecho una evaluación a fondo de los resultados del plan anterior en términos del rendimiento académico de las titulaciones, el impacto en la investigación o la transferencia del conocimiento y los hemos compartido con las tres universidades, con las que hemos llegado a un planteamiento de líneas estratégicas que es sumamente ilusionante.
Al inicio de curso el rector de la UPV/EHU mostró su inquietud por la falta de noticias del plan. ¿Han retomado la negociación?
-La negociación, en realidad, nunca ha dejado de existir. Las líneas estratégicas y las bases económicas están ya prácticamente definidas y las cantidades concretas se cerrarán a final de año. El plan va a dar un nuevo impulso al sistema universitario vasco y va a estar financiado de una manera suficiente.
El rector pide una inversión del 1,4% del PIB para no desandar el camino recorrido los últimos años. ¿Cuál es su propuesta?
-La propuesta plantea que las líneas estratégicas se puedan llevar a cabo con comodidad dentro de la necesidad de que los recursos se gestionen con rigor. Es una línea continuista, como digo, que dará un nuevo impulso al sistema.
Eso quiere decir que no llegará al 1,4% del PIB.
-Los datos consolidados de 2012 son de una inversión del 1% del PIB, ese 0,4% requeriría de varios cientos de millones de euros. Y este es un planteamiento en estos momentos que, desgraciadamente, no resulta realista. Es verdad que la educación superior está por debajo de la financiación media que reciben las universidades de la UE-27 y es verdad que debemos tender a una mejora de la financiación del sistema, pero con unos planteamientos plausibles y realistas.
Hablemos de los ejes del plan universitario.
-El primero es consolidar lo hecho en investigación. La evaluación pone de manifiesto el extraordinario avance que se ha producido en materia de investigación en este país. Nos hemos situado en una posición cercana a la que nos corresponde en función de las características socioeconómicas de nuestro PIB. Hemos alcanzado los 4.000 artículos, lo cual nos coloca en un umbral de visibilidad internacional muy importante. Y lo hemos hecho en un periodo muy corto. Hemos avanzado rápido y lo más importante es que seguimos avanzando cuando los demás se han ralentizado, lo que nos permite posicionarnos mejor.
¿Y además de la investigación?
-Debemos consolidar las tasas de rendimiento académico una vez logremos mejorarlas y estabilizarlas. Y por último vamos a apostar por dos líneas estratégicas para el futuro de nuestra universidad: la internacionalización y la alineación de la investigación y de la transferencia de la universidad con las líneas de especialización inteligente que se plantean en el Plan de Ciencia y Tecnología del Gobierno Vasco.
Ha anunciado que para 2020 el 20% del profesorado universitario será contratado con criterios internacionales.
-La internacionalización es uno de los criterios más importantes para medir la calidad de las universidades, para medir su visibilidad, su prestigio. Las recomendaciones europeas van en la línea de que haya un número creciente de contrataciones de profesores e investigadores (PDI) con criterios internacionales. Y eso es lo que planteamos en el nuevo plan universitario, contratar a candidatos que tengan una trayectoria y un reconocimiento internacional a través de comisiones internacionales de contratación, como hace ya Ikerbasque.
Además de profesorado extranjero, ¿la idea es repatriar para la universidad el talento vasco que hay repartido por el mundo?
-La carrera académica internacional aporta muchos beneficios en términos de mejora de la calidad de la producción científica y de retorno de recursos captados en proyectos competitivos. Esto no significa, necesariamente, que los PDI a contratar vayan a ser de fuera. Evidentemente, como ocurre en Ikesbasque, un gran número de las contrataciones se corresponderá con gente de aquí que ha salido fuera a investigar y que nosotros queremos recuperar.
¿Será el fin de la contratación por oposición?
-No se trata tanto de sustituir una forma de contratar por otra, como de habilitar un número de plazas suficientes, sin merma de las que ya existen, para poder implementar las contrataciones bajo criterios internacionales con el fin de contar con una masa crítica de profesorado contratado contra esos criterios.
¿Va a haber una OPE de PDI en la UPV/EHU?
-Se irá cumpliendo la tasa de reposición en la medida que la universidad y el Gobierno lo consideremos adecuado.
¿Qué pasa con la OPE paralizada por los recortes del personal de administración (PAS)?
-La UPV/EHU no nos ha hecho ningún planteamiento concreto, pero tenemos claro que nuestro objetivo es mantener las plazas de PAS.
¿Le preocupa la reforma universitaria?
-Efectivamente, el 29 de julio el ministro planteó tres decretos. El primero establece que los centros universitarios deben tener una acreditación para poder funcionar, para lo cual deben cumplir una serie de criterios, entre ellos tener un determinado número de profesores doctores. Junto a ello se plantea una reforma de la acreditación del profesorado y la reestructuración de las titulaciones en la que, de forma voluntaria, se pasaría de 4 años de grado más uno de máster a un esquema de 3 años de grado más dos de máster, salvo en aquellas titulaciones que habiliten para ejercer una profesión.
¿Qué le parece la nueva estructura de grados?
-La idea de implantar un nuevo sistema voluntario, e insisto en lo de voluntario, en las titulaciones de grado y máster cuando todavía no hemos empezado a evaluar el mapa de titulaciones actual es un error y así se lo hemos dicho al ministro. Es un error, tanto desde el punto de vista del momento en el que se plantea, como desde el punto de vista formal.
¿Y desde el punto de vista del fondo?
-La idea del 3+2 que ahora se pretende implantar era una buena cuando se abrió el debate de Bolonia, pero no prosperó. Es la estructura que mejor nos reconocería en términos de equivalencias y homologación de titulaciones con la mayoría las universidades europeas. Ahora bien, se optó por la estructura de 4+1 y hay que tener en cuenta el coste, en recursos y emocional, que para la universidad supondría poner en marcha una nueva estructura. Más aún cuando no han pasado ni cinco años de implementación.
Tras las críticas de las universidades el Ministerio parece haberse abierto a que los grados de tres años se implanten en dos cursos.
-Lo que sabemos es lo que dijo el ministro Wert, que informaría en el Consejo de Ministros de setiembre sobre el nuevo decreto o como muy tarde en el de octubre, cosa que no ha ocurrido. Por tanto parece que, efectivamente, se está retrasando el tema.
¿La UPV/EHU podrá pasar el nuevo proceso de acreditación ?
-La UPV/EHU aprobó en su día un reglamento de centros que se adelantaba al decreto que en estos momentos tramita el Ministerio. Y de una forma coherente, la UPV/EHU está reorganizando sus propias estructuras para adaptarse al nuevo decreto. Uno de los pilares del plan de fusiones es que haya una masa crítica suficiente de doctores para poder tener investigación en el conjunto de los centros de la UPV/EHU.
¿Se está gestionado bien la reestructuración?
-Se está llevando de una manera participativa, buscando siempre los consensos, que es como se deben hacer las cosas. Las propuestas de fusiones caminan en la dirección apropiada, vemos centros mejor dimensionados, centros con masa crítica investigadora y centros mejor organizados en función del área de conocimiento, superando las visiones exclusivamente territoriales.
Wert también ha anunciado un plan de internacionalización. ¿Les han informado, conocen su contenido de primera mano?
-Conocemos el contenido a través de un seminario y una serie de documentos que han circulado entre las administraciones y las universidades, pero lo cierto es que el Ministerio no nos ha comunicado de forma directa en qué consiste este proyecto.
Este año, el Gobierno Vasco ha salido al rescate de los erasmus vascos.
-El Ministerio ha recortado a la mitad las ayudas. Lo que hacemos con el millón de euros es permitir que los erasmus vascos puedan estar el tiempo necesario para cursar sus estudios en el extranjero.
Y no todo es fiesta y jarana...
-Aunque se haya dicho otra cosa, Erasmus permite que los estudiantes adquieran competencias internacionales para un mundo global y, en mi opinión, algo que también es legítimo conseguir con un programa de este tipo, y es que tengan una idea más consolidada de Europa. Además de los 100.000 bebés que parece ha provocado el programa, lo cierto es que un alto porcentaje de erasmus sigue manteniendo vínculos personales, pero sobre todo profesionales, con compañeros de beca que han permitido generar proyectos muy interesantes.
En una década se ha logrado duplicar el número de artículos y crear 4.000 puestos de investigación. ¿Euskadi se ha subido para quedarse al carro de la ciencia?
-Estamos en la buena senda. Los 4.000 artículos publicados en 2013 nos dan visibilidad internacional y nos pone en una senda de crecimiento muy interesante. Nuestras previsiones son que el número de artículos se puedan duplicar en cuatro años. En 2018 podríamos estar en más de 8.000 artículos y esto nos colocaría en la posición que debemos estar por PIB, tejido socioeconómico y agentes científicos en materia de investigación básica y aplicada.
¿Cómo pretenden que se mejore la producción científica?
-Depende, naturalmente, de las personas que hay tras ella. Cuando hemos hecho la proyección de doblar la producción científica es porque somos conscientes de que la inversión que se ha hecho en la formación de investigadores es muy adecuada. Se han leído este último curso 450 tesis y estas personas tienen que poder continuar con su carrera académica. Y por otra parte, se ha hecho un esfuerzo muy importante en la captación de talento investigador a través de Ikerbasque.