Bilbao - Osakidetza y los sindicatos parecen abocados a un conflicto de gran envergadura. Representantes del Satse (sindicato de Enfermería), ELA, LAB, Sindicato Médico de Euskadi, CCOO, UGT y ESK registraron ayer las convocatorias de cinco jornadas de paro para noviembre y diciembre profundizando en la brecha de sus disputas laborales. El calendario de protestas comenzó cuando el pasado 15 de septiembre los sindicatos se levantaron de la mesa sectorial al entender que la consejería no cumpliría ninguna de sus reclamaciones sobre empleo público o desarrollo de la carrera profesional de la plantilla. Pero a partir de ahora la escalada del conflicto por los recortes entra en su fase más aguda con un primer paro de cuatro horas por turno en los tres territorios que tendrá lugar el 6 de noviembre. Después habrá huelgas de jornada completa el día 13, en Araba, el 20 en Gipuzkoa, y el 27 en Bizkaia. El último paro está convocado el 4 de diciembre y será en el conjunto de Euskadi.
Encarna Saéz de la Maza, de Satse, aseguró que las centrales no quieren llegar a poner en práctica estas huelgas y que su deseo en sentarse de nuevo en la mesa sectorial a resolver los problemas de los trabajadores, pero advirtió de que “sin negociación, habrá conflicto y paro”. Se refirió también a las demandas sindicales, que se concretan en “una propuesta firme y seria” en materia de empleo público y la reversión del “deterioro” en las condiciones de trabajo del sector.
En relación a las OPEs anunciadas para finales de este año y principios de 2015, y que incluiría la oferta de más de 300 plazas, De la Maza consideró que se trata de una “tomadura de pelo inasumible e insuficiente” y una “operación de maquillaje”. Con dicha cifra, dijo, “no se está hablando de las verdaderas necesidades” de Osakidetza y explicó que en los últimos cinco años se han perdido “cerca de 7.000 puestos” en el sistema sanitario, a lo que se suma el “descenso” en la partida presupuestaria de Sanidad. Osakidetza necesita, según destacó, consolidar empleo, cubrir las “vacantes vegetativas” que no se han repuesto, y crear el número de plazas suficientes para atender los nuevos servicios creados.
Sin embargo el consejero de Salud, Jon Darpón, negó ayer la mayor y recalcó que “los recortes no afectan a la calidad de la atención sanitaria” en Euskadi, que sigue siendo la comunidad autónoma que “más dinero dedica” a Sanidad. El responsable vasco de Salud consideró además que algunos sindicatos demuestran “poca responsabilidad” cuando los trabajadores públicos de este sector en Euskadi tienen “la menor jornada laboral y los salarios más altos de España”.
El presupuesto de la consejería vasca de Salud en 2013 permaneció igual que el año anterior porque las cuentas del ejecutivo de Gasteiz fueron prorrogadas, recordó, pero en 2014 la asignación a este departamento “se incrementó” y en 2015 “volverá a incrementarse”.