LONDRES. En su carta, que hoy difunde la BBC, los partidarios de estos cigarrillos argumentan que sería incorrecto equipararlos al tabaco, dado que se ha demostrado que, a pesar de contener concentraciones de nicotina, son "una innovación de salud importante" y ayudan a dejar el hábito.

No obstante, otros sectores del Reino Unido, incluidos los colegios profesionales Asociación Médica Británica y la Facultad de Salud Pública, piden que estos vaporizadores electrónicos se regulen y que se estudien sus efectos en la salud a largo plazo.

La Agencia de Salud Pública de Inglaterra dijo en un informe reciente que los conocidos como "eCigs" requieren "una regulación apropiada, controles rigurosos y gestión del riesgo" para optimizar sus beneficios.

La carta de los partidarios, entre ellos el experto en psicología de la salud y estudios del tabaco Robert West, se difunde cuando la OMS estudia cuáles serán sus directrices a los Gobiernos respecto a la regulación de los cigarrillos electrónicos.

Estos "cigarrillos" consisten en un sistema electrónico inhalador diseñado para simular y sustituir el consumo de tabaco.

Mediante una batería de pequeño tamaño, calientan y vaporizan una solución líquida, que puede contener nicotina o solamente aromas.

Los firmantes de la carta piden a la OMS que "reprima la necesidad de controlar y suprimir los cigarrillos electrónicos" y aseguran que han visto un documento interno del organismo en que los califica como "una amenaza" para la salud.

"Si los reguladores tratan los productos de nicotina de bajo riesgo como los productos tradicionales de tabaco, los están definiendo inapropiadamente como parte del problema", dicen.

"Nos preocupa que la clasificación de estos productos como tabaco haga más mal que bien", escriben en su misiva, donde subrayan que el potencial de estos dispositivos para ayudar a dejar el hábito es "enorme".

Un portavoz de la OMS, cuyo tratado sobre el tabaco cubre actualmente a 178 países, dijo a la BBC que este organismo "está preparando sus recomendaciones para los Gobiernos en cuanto a la regulación y la comercialización de cigarrillos electrónicos y dispositivos similares".

Estas recomendaciones, elaboradas según estudios científicos, se debatirán este año para determinar la nueva Convención para el control del tabaco.

"Trabajamos con los reguladores nacionales para examinar las varias opciones de regulación, y con expertos en toxicología, para entender más sobre el posible impacto en la salud de los cigarrillos electrónicos", afirmó esta fuente.

En el Reino Unido, el Gobierno de Gales se plantea prohibir el consumo de "eCigs" en lugares públicos porque cree que "normaliza" el hábito de fumar y puede animar a niños y jóvenes.