¿Cómo está la cultura preventiva en España hoy? ?
Es evidente que los números dejan una imagen poco optimista en la materia. Habría que preguntarse por qué, pero está claro que la seguridad y salud laboral no ha calado lo suficiente a pesar de una ley que cada vez se ha ido endureciendo más. Es indudable que no podemos generalizar: hay muchas empresas que destinan recursos en la materia, y ahí están los resultados. Pero en un buen número de ellas la prevención de riesgos se ve como una obligación impuesta, que es más una obligación del "deber de hacer bien" por parte de los servicios de prevención, que de la propia organización. Por ello aún hay mucho camino por andar.
¿Que está fallando entonces?
Previsiblemente falla el modelo elegido para organizar la prevención, que no consigue integrarla en su gestión y en su estructura jerárquica, especialmente en las PYMES y microPYMES. Pero además, se ha burocratizado la prevención, priorizando la justificación sobre la acción: papeles y más papeles. No se aprovecha el potencial del técnico de prevención: demasiada teorización, no llegando a la práctica real, al origen del problema, y a su solución. Es necesaria su mayor presencia efectiva en las empresas. Existe una sobrecarga normativa y dispersión en algunos casos, incluso compleja para los expertos que deben hacer uso de ella, o para quienes deben aplicarla. Esto hace que también nos alejemos del origen de muchos problemas que luego son las verdaderas causas de accidentes y enfermedades profesionales.
¿Se considera que la crisis afecta a la prevención de riesgos laborales?
Indudablemente. La crisis está afectando a todos los sectores de una u otra forma. Y desde muchos frentes. Por un lado, las empresas víctimas de una falta de liquidez, reducen los recursos en materia preventiva, necesitando anteponer su propia subsistencia; además, en esta cadena de reducción de gastos, negocian a la baja el precio de la concertación con los servicios de prevención propiciado por una exagerada guerra de precios dentro de nuestro sector, lo que conlleva disminución de la calidad de los servicios prestados (ya de por si en general, poco valorados por algunas empresas). Es un buen momento para que las organizaciones crezcan hacia adentro, mejoren, busquen la forma de ganar posiciones para cuando todo se normalice: formar seria y rigurosamente al personal es una de las opciones; implementar controles preventivos sería otra fórmula; desarrollar buenas prácticas preventivas?.¡invertir, en definitiva!
¿Usted considera que la inversión en prevención es rentable?
Desde luego. cualquier estudio especializado demuestra que una inversión ordenada es rentable. Pero más en prevención: hablamos de personas. Trabajar con prevención supone que la plantilla tiene más calidad de vida laboral, con lo que conseguimos aumentar la productividad. Además, cada euro invertido en prevención puede tener un retorno del 100% o más. No olvidemos que la no prevención tiene un impacto negativo muy importante en la cuenta de resultados de una empresa (absentismo, sanciones, daños personales, acciones legales?), sin olvidarnos del daño causado a la imagen corporativa de la empresa. Por lo tanto, es necesario desterrar el mito de que "la prevención es un gasto": al contrario, es una inversión que conlleva una mejora competitiva.
¿Puede presentar otras ventajas invertir en prevención?
Está claro que si el objetivo primero es garantizar la seguridad y salud de las personas, son ellos los primeros beneficiados: es un hecho demostrado que las empresas alineadas con la prevención consiguen que su personal sea más productivo, mejorando así la rentabilidad global de la compañía. Ello, permite diferenciar a la empresa respecto de los competidores, una mejor internacionalización (especialmente hacia países avanzados) basada en estándares de seguridad que son una garantía para el cliente. Un adecuado nivel de seguridad y salud supone estar al mismo nivel que empresas punteras en todos los sectores, tanto a nivel nacional como internacional. Una buena gestión preventiva es un valor añadido que darán a sus clientes: demuestran fiabilidad.
¿A que retos se enfrentan hoy los servicios de prevención?
Para empezar, tenemos que hacer autocrítica, ya que como elementos activos de la prevención debemos mejorar en alcanzar el resultado que nuestro rol nos exige. Ello implica que debemos adaptarnos, reinventarnos constantemente, para garantizar nuestra supervivencia a través de un servicio de gran especialización en el mercado. Es importante adecuarse ofreciendo productos o servicios que mejor se ajusten a las verdaderas necesidades del cliente. El objetivo es conseguir que vean el valor añadido en los diferentes modelos de negocio: accidentes evitados, menor absentismo? Mejora continua y excelencia. Otro de los retos es conseguir que el trabajador tome conciencia o cambie su actitud respecto al riesgo, con una formación de calidad y adaptada a la realidad de su actividad.
¿Qué diferencia a Sociedad de Prevención de Mutualia de su competencia?
Somos una empresa con clara orientación al cliente, siendo esta cercanía uno de nuestros valores y señas de identidad. Nuestro centro de decisiones se encuentra en Euskadi, y tenemos la mayor red de centros de vigilancia de la salud de la CAPV, hasta un total de 19 en la actualidad. En este sentido, ofrecemos el resultado de aptitud de la vigilancia de la salud en 48 horas. La innovación es un aspecto crucial en nuestra organización, proceso en el que vamos de la mano con nuestros clientes. La relación cercana y fluida nos permite atender sus demandas y necesidades de forma muy efectiva. Por ejemplo, ampliamos constantemente nuestro catalogo de cursos, siendo muchos de ellos absolutamente personalizados a la realidad de la empresa y de los trabajadores que la reciben (formación adaptada).
¿Destacaría alguna unidad de negocio de Sociedad de Prevención de Mutualia?
Al día de hoy, hemos dedicado recursos a una de las especialidades olvidadas: la psicosociologia. Estamos en línea con las exigencias de la Unión Europea, que demanda una atención especial en esta materia: es el origen de más del 50% del absentismo laboral, con un coste anual de alrededor de 20.000 millones de euros (tiempo perdido y reparación de la salud). Somos conscientes que los factores psicosociales y de organización del trabajo son pilares básicos del entorno laboral, y origen de riesgos y de conflictos. Por ello, desarrollamos herramientas y servicios expertos en esta materia, que están siendo valorados muy positivamente por nuestros clientes. Queremos destacar que además de otros servicios, esta unidad de negocio se encarga por un lado de la intervención, es decir, de la identificación de las situaciones de conflicto, metodologías de resolución, labores de mediación y por otro, de la formación de los trabajadores, de los mandos y directivos, para dotarlos de herramientas que les permitan gestionar correctamente equipos de trabajo. Además hemos desarrollado el Método ICMA, en el que han participado también la UPV, Osakidetza y la Inspección de Trabajo. Analiza la situación de la empresa en relación a los conflictos que puedan o no aparecer o ya se están dando. El objetivo general del método, es tener un instrumento completo que sirva tanto para evaluar la situación de la organización ante los conflictos como para realizar un diagnóstico de los mismos con el objetivo de resolverlo.
¿Algún mensaje o consejo que daría a las empresas reticentes?
Dos. Por un lado, que inviertan en prevención de riesgos, no como una obligación legal, sino como una cuestión ética y de garantía de supervivencia empresarial. Es un buen negocio, y lo demuestra el hecho de que las grandes compañías lo abordan sin la menor duda. Y por otro lado, que lo hagan de la mano de socios o expertos, como Sociedad de Prevención de Mutualia.