París. El Gobierno francés anunció ayer el recurso ante la Justicia española de la sentencia dictada por el hundimiento en 2002 del petrolero Prestige, cuyo vertido de crudo manchó las costas francesas, las segundas más afectadas después de las españolas.

París pretende "que se reconozca la existencia de una infracción penal de atentado contra el medio ambiente en razón de los actos cometidos por el capitán" del barco, el griego Apostolos Mangouras, indicaron en un comunicado conjunto los Ministerios de Justicia y Economía de Francia. Más de 250 municipios costeros franceses se vieron afectados por la marea negra provocada por el vertido del viejo petrolero, de pabellón liberiano, lo que provocó daños valorados en 109,7 millones de euros, precisaron.

Economía y Justicia pretenden "contestar las conclusiones del Tribunal de La Coruña en términos de responsabilidades civiles", agregaron los dos ministerios.

El recurso de casación sigue a los presentados por la Fiscalía y el Gobierno españoles, indicaron.

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia exculpó el pasado día 13 a los dos principales acusados por el hundimiento del barco y solo reconoció un delito de desobediencia del capitán, lo que privó a las víctimas del cobro de indemnizaciones.

Según el Ejecutivo francés, la marea negra provocó unos costes de 109,7 millones de euros, de los cuales 67,5 recayeron en el Estado para luchar contra la polución.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia fue muy mal acogida en Bretaña, en el noroeste de Francia, cuyas costas fueron las más afectadas por la marea negra del Prestige.

El sindicato de protección del litoral bretón Vigipol calificó la sentencia de "escandalosa", "preocupante" e "incomprensible".

La marea negra del Prestige provocó un gran revuelo en Francia, cuyas costas se habían visto afectadas tres años antes por el chapapote procedente del hundimiento del Erika, por el que la petrolera Total fue condenada a una multa récord.