SANTA LUCIA DE GORDON. Unas 5.000 personas despidieron ayer a los mineros fallecidos en el pozo Emilio del Valle en un funeral conjunto que se hcelebró en el polideportivo del municipio leonés de Santa María de Gordón y que se quedó pequeña para albergar a quienes quisieron arropar y acompañar a las familias de los fallecidos. No obstante, las autoridades políticas, entre las que no se encontraba el ministro Soria, estuvieron encabezadas por el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera y el delegado del Gobierno español no pudieron entrar al polideportivo por deseo de las familias de los mineros muertos, al igual que los medios de comunicación, por lo que tuvieron que seguir la homilía desde la explanada exterior del polideportivo, que también se abarrotó de vecinos y personas que quiseron arropar a las familias en estos duros momentos.

La misa funeral por el eterno descanso de Orlando G, Carlos.P, Manuel M, Antonio B. y Roberto Alvarez, fue oficiado por el obispo de León, Julián López, mientras que el funeral de José Luis A, se celebró también ayer pero en la localidad asturiana de Pola de Lena, donde residía. Los féretros fueron recibidos po aplausos de los asistentes, quienes también han lanzaron gritos contra los responsables políticos, a quienes acusaron de ir a Santa María de Gordón "a hacerse la foto" y de que "en cuatro días" se olvidarán "de la tragedia".

Durante la homilía, Julián López aseguró que desde el lunes -cuando se produjo el escape de gas que provocó la muerte de los seis mineros- "las buenas gentes del Bernesga y del Torío lloran el drama de un accidente que ha sesgado la vida de seis trabajadores".