EL 19 de diciembre de 2011 el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunció en el debate de investidura como una de sus medidas estrella una "reforma integral del mercado del trabajo" en la que ha incluía varias medidas. Entre ellas, trasladar las fiestas a los lunes "con la excepción de las fiestas de mayor arraigo social", para acabar con los puentes festivos. Casi dos años después nada se sabe de esa medida pero a cambio sabemos que conciliar la vida laboral con la familiar depende, nada más y nada menos que de un meridiano, en este caso, el de Greenwich. Y es que la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados aprobó el pasado 26 de septiembre un informe por el que se pide cambiar de huso horario de modo que se vuelva a vincular al que marca el del meridiano de Greenwich, es decir, atrasar una hora de los relojes o lo que es lo mismo tener la misma hora que el Reino Unido.

La recomendación -que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha prometido "que no se va a quedar en un cajón"- apuesta además allá donde sea posible por las jornadas continuas de trabajo con una breve pausa para comer, que los niños vayan más tarde al colegio, cambios los horarios comerciales a fin de favorecer la conciliación de la vida personal y familiar y adelantar el 'prime time' televisivo. Se trata de una pequeña revolución sociológica que afectaría a los usos y costumbres de la sociedad, identificada con jornadas de trabajo largas tanto por la mañana como por la tarde -que para expertos como la doctora en Economía y especialista en conciliación, Nuria Chinchilla, son menos productivas-, costumbres trasnochadoras, con pausas para comer en casa con la familia e incluso con la famosa siesta, que inspiró a diversos medios europeos como The Daily Telegraph.

Pero, ¿qué es lo que propone este informe? Para empezar se pide volver al horario de Greenwich (una hora menos). Se trata por tanto de adaptar el horario inglés, es decir, el del huso en el que están el Reino Unido, Portugal o Marruecos, y que Franco cambió en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, para alinearse voluntariamente con Alemania, que había impuesto su huso horario a Francia, y otros países como Reino Unido o Portugal. En 1945, al terminar la guerra, el Reino Unido y Portugal regresaron al huso europeo occidental, pero Francia y el Estado español se han mantenido inamovibles desde entonces. Regresar al horario de Greenwich, el horario GMT, inspirado a su vez en el ciclo solar diurno, considera el informe, "tendría un efecto favorable en la conciliación de todas las personas, permitiendo disponer de más tiempo para la familia, la formación, la vida personal, el ocio, y evitando tiempos muertos en la jornada laboral diaria". Además, el informe recoge que el huso horario de Canarias también se desplazaría y seguiría siendo de una hora menos respecto a la península ibérica, merced a su distancia geográfica para alivio del Gobierno canario que veía como desaparecía esa publicidad gratuita de "una hora menos en Canarias" que la radio machaca una y otra vez. Y eso que el meridiano de Greenwich no pasa por Canarias, tal y como dijo la semana pasada el ministro canario de Industria, José Manuel Soria, sino por Castellón. Aunque lo cierto es que cambiamos los relojes dos veces al año, en otoño y primavera, en beneficio del ahorro energético, proponer este cambio permanente no es baladí. Vivir fuera del huso horario correcto, según el informe, hace que madruguemos demasiado y durmamos menos. "Se trata de una tarea compleja, puesto que implica una transformación de los usos y costumbres diarios, pero es innegable que los resultados nos harían converger con Europa en muchos aspectos en los que hoy estamos sumamente alejados, y muy particularmente en productividad, en competitividad, en conciliación y corresponsabilidad", afirma Nuria Chinchilla. Argumenta además que, de hecho, sería corregir lo que actualmente es una situación "anómala", porque el Estado pertenece al huso europeo occidental, y no al europeo central, que es en el que hoy está instalado. Vivir fuera del huso horario que nos corresponde, señala el informe, unido a una organización horaria laboral "también singular", que en nada se parece al del resto de Europa, "afecta negativamente a la productividad, el absentismo laboral, al estrés, a la siniestralidad y al fracaso escolar".

Sin embargo, el denso informe, que ha necesitado la participación de sesenta expertos no explica por qué, por ejemplo, tal y como ocurre en Euskal Herria, la racionalización de los horarios nada tiene que ver con el huso horario. Hegoalde e Iparralde tienen la misma hora pero en cambio los horarios de conciliación son distintos y para ello no se ha tenido que cambiar la hora de los relojes.

Los niños, más tarde al colegio El trabajo propone también que los escolares empiecen un poco más tarde el colegio y se establezca la jornada partida, dada la imposibilidad de una adecuada conciliación con la divergencia existente entre los horarios laborales y escolares. "Es necesario adaptar los horarios y el calendario escolar a las jornadas de trabajo". El texto constata que la jornada continua no se considera adecuada ni para la conciliación, ni para la igualdad de género, ni para atender las necesidades de los menores. "La necesidad de un esfuerzo mayor para ajustarlo y ampliar la oferta de servicios complementarios o extraescolares, como acogida matinal o servicios escolares en vacaciones, es clave para una adecuada conciliación, al menos en el periodo que va del nacimiento hasta los 12 años, edad en la que el menor tiene autonomía", añaden los expertos.

Permisos de paternidad Asimismo, de entre las conclusiones se desprende la necesidad de modificar los actuales permisos de paternidad y maternidad, con el objetivo de favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral e ir encaminado hacia unos permisos parentales iguales e intransferibles, además de ampliar el permiso de paternidad a cuatro semanas como mínimo, ampliable a 16 para disfrutarse en los 18 meses posteriores al nacimiento, adopción o acogimiento. El informe constata a su vez que el permiso de lactancia debería reformularse puesto que ahora mismo no está funcionando como tal, sino que existe la posibilidad de acumularlo en días adicionales que se añaden al permiso maternal. Se pide también que se incluyan medidas para la conciliación en los convenios colectivos y el informe refleja asimismo que al ampliarse la edad de jubilación de los 65 a los 67 se va a perjudicar fundamentalmente a las mujeres, haciendo que la brecha en las pensiones "sea más elevada", porque no han tenido carreras profesionales "lineales" y se han visto obligadas en muchas ocasiones a dejar el trabajo para cuidar a hijos u otros familiares.

El informe también deja constancia de las "críticas" que diversos expertos han hecho de la reforma laboral, porque ha aportado flexibilidad a la empresa pero "no ha contribuido a la necesaria interrelación y colaboración entre la negociación colectiva y en los Planes de Igualdad". En consecuencia, piden que se incluyan medidas para la conciliación y la corresponsabilidad en los convenios colectivos y que se profundice en el sistema de control de la Inspección de Trabajo sobre los convenios colectivos.

Adelantar el 'prime time' El informe recoge la necesidad de que las televisiones adelanten los horarios de emisión de los informativos, para conseguir adelantar antes de las 23:00 horas sus horarios de 'prime time'. Según la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), el 90% de los programas de máxima audiencia finalizan su emisión más tarde de las 23.30 horas y el 55% lo hacen después de la medianoche, por lo que los espectadores se acuestan tarde y no pueden descansar el tiempo necesario. La cuestión para que esto sea posible está vinculada a los horarios comerciales, ya que los programadores televisivos planifican su parrilla de modo que se ajuste a las pautas laborales de los espectadores, de modo que si los comercios cierran tarde y la gente regresa tarde a su casa, no es beneficioso adelantar la emisión de los programas estelares. De hecho, los directivos televisivos afirman que a las ocho de la tarde el 50% de los televidentes aún no ha vuelto a casa por lo que es imposible adelantar a esa hora los programas estrellas.

Los expertos que han pasado por la subcomisión del Congreso también aprovechan para sugerir que comercios cierren antes sus puertas para permitir a los trabajadores conciliar su vida personal, familiar y laboral y que se respete el equilibrio entre los distintos formatos comerciales. Se proponen jornadas compactas en las empresas con salida tope a las 18.00h, una hora para comer y menos pausas. Sin embargo, en el tema de los horarios existen discrepancias, según indica el informe, ya que si en las grandes ciudades todo el mundo saliese a la misma hora, los atascos serían infinitos, con todo lo que ello supone.