Parece mentira, pero no lo es. Los timos más recurrentes del hampa siguen teniendo vigencia y efectividad. Quizás por su sencillez o por la codicia humana, las bandas que se dedican a aligerar las cuentas corrientes de los más crédulos siguen haciendo su agosto con víctimas escogidas. Éstas, generalmente, personas entradas en edad, sin llegar a generalidad, conforman un suculento botín para los timadores. Precisamente, el último caso de timo conocido en Vitoria se cebó con un anciano el pasado jueves. En concreto, según indicaron a este diario fuentes del Departamento vasco de Seguridad, los malhechores lograron llevarse 6.000 euros del citado mediante la estampita.

Según el relato de los hechos, estos tuvieron lugar durante la mañana del día de autos. Al parecer, la banda estaba conformada por tres individuos que supieron realizar su trabajo de forma rápida y, sobre todo, efectiva. Ahora sólo toca esperar a que los investigadores de la Policía autonómica sean capaces de desentrañar el timo. No obstante, tal circunstancia se antoja complicada ya que este tipo de grupos fía a la itinerancia parte de su éxito.

En cualquier caso, según la denuncia presentada ante la Ertzaintza, un vecino de la capital alavesa de avanzada edad transitaba por la calle Pedro Asúa cuando, pasadas las 10.00 horas, fue abordado por un individuo que, al parecer, padecía alguna minusvalía psíquica. Craso error. La víctima se dejó engañar por una actuación estudiada.

Al parecer, el presunto discapacitado le enseñó tres billetes de cincuenta euros y le indicó que tenía más en una cartera. En ese momento, apareció en el lugar otro varón que se interesó por la conversación y se identificó como abogado. El portador del dinero les señaló que lo había encontrado en el asiento de un tren y que estaba interno en una residencia mostrándoles el resto de los billetes, que el denunciante estimó en más de treinta mil euros.

El segundo varón propuso acompañarle hasta la citada residencia y para ello se dirigieron a una calle cercana donde contactaron con un tercer hombre, presentado como un familiar suyo, el cual disponía de vehículo. Durante el trayecto en el coche, les sugirió a los tres que les daría todo el dinero si le entregaban diez mil euros cada uno o rompía los billetes. El supuesto abogado dijo que llevaba en ese momento 12.000 euros ya que, iba a efectuar el pago de un coche y que él aceptaba el trato y aportaba su parte del mismo.

El denunciante se dirigió a una sucursal bancaria donde extrajo de su cuenta seis mil euros. Tras reunirse de nuevo con los implicados, les hizo entrega del dinero y subieron a bordo del vehículo. En un momento dado, le indicaron que se bajase en una calle y que les esperara allí, mientras ellos realizaban unas gestiones. Poco después, al no regresar los tres varones al lugar, se percató de que había sido engañado.

más casos: 18.000 euros Se da la circunstancia de que el pasado 25 de septiembre se registró otro caso de similares características en la capital alavesa. Sin embargo, para aquella ocasión, los profesionales del timo prefirieron explotar la variante del tocomocho, muy parecido al ejecutado en Pedro Asúa, pero que trata de engatusar al primo por medio de falsos billetes premiados de Lotería. En aquella ocasión, dos individuos estafaron a la víctima 18.000 euros.

Ante estos hechos, la Ertzaintza hace un llamamiento a la ciudadanía para alertar sobre este tipo de estafas y para que recelen de cualquier negocio que se les oferte en la calle, ya que seguramente se tratará de un timo. En caso de sospecha, desde la comisaría se pide llamar al 112 y denunciar cualquier intento de estafa.