muchas personas todavía conservan dinero en pesetas que, por una u otra razón, no cambiaron en su momento. Ahora lo acumulan sin ningún sentido hasta poder acercarse al Banco de España para poder transformar esos dividendos marchitos en euros contantes y sonantes. Con la iniciativa que ahora se pone en marcha en Laguardia, a partir del día 1, ya no hará falta ningún tipo de gestión extra para redimir a las viejas monedas. Diferentes establecimientos asociados al gremio comercial -DELA- aceptarán durante el mes de octubre el pago con la antigua moneda once años después desde que ésta desapareciese de forma oficial.

Seguro que muchos aún guardan en una hucha familiar o en cualquier cajón de sastre cantidades de dinero (más o menos pequeñas) en pesetas. Con la nueva iniciativa, sin embargo, ese montante podrá canjearse por cualquier producto como si los duros y las rubias aún fueran de curso legal. A cambio de la calderilla se podrán visitar los comercios adheridos y, si se tercia, adquirir productos con la moneda que convivió con esta sociedad durante muchas décadas.

Los responsables de la Asociación para la Dinamización de Empresas de Laguardia (DELA) han agudizado el ingenio con esta perspicaz e ingeniosa iniciativa. Se calcula que aún hay miles de millones de pesetas en los bolsillos o bajo los sofás de los españoles. De ahí que cualquier método que sepa sacar a la luz parte de ese tesoro servirá para completar las cifras de facturación de las tiendas participantes. Aparte, se facilitará a los clientes una forma de rentabilizar unas monedas y billetes que, en casa, sirven para poco más que para evocar viejos recuerdos y para acumular polvo.

Así, un buen número de comercios colgarán durante el próximo mes en puertas y escaparates el cartel distintivo para certificar que en ellos se puede pagar de nuevo en pesetas. Se aceptarán billetes acuñados a partir de 1939 y monedas que daten como mínimo de 1997.