Los viejos lagares repartidos por la comarca, los guardaviñas históricos, los calados horadados en la roca o sustentados por sillería, la historia y las leyendas, una ruta por la que transitaban el vino y el pescado y, sobre todo, una idiosincrasia que conforma la identidad de los riojanoalaveses, son los elementos que se funden en cada Fiesta de la Vendimia para festejar y reivindicar una cultura nacida a la sombra del Rioja. Con esos elementos, la de Rioja Alavesa no podía ser una feria al uso. No podía ser un acto institucional basado en discursos políticos con recinto para autoridades, como la que celebra su hermana mayor.

La de Rioja Alavesa es la que es, una fiesta de los pueblos y sus gentes, en la que niñas y niños estrenan su acercamiento a la uva y al vino portando los frutos que serán depositados en la tina para extraer el primer mosto y en la que los discursos son un elogio al esfuerzo y a la labor bien hecha.

Pero la uva y el vino viven tiempos convulsos y el actual esquema de producción no ayuda a solucionar los problemas. Por un lado las instituciones europeas pegan cerrojazo a lo que ha constituido desde siempre el patrimonio del vino: la tierra autorizada para la producción de uva. La propia tierra y el papel apenas valdrán, y eso cuando en Rioja Alavesa se ha querido ser tan exquisito que hasta el Plan Territorial Parcial de la comarca limitaba las cotas de altura para viñedos y bodegas. Muchos proyectos han tenido que esperar para ponerse en marcha hasta que se modificara esa normativa urbanística, mientras en otras subzonas se repartía el papel sin demasiadas complicaciones.

Por otra parte, las instituciones del Rioja tampoco han sido equitativas a la hora de actuar. En la labor promocional del Consejo Regulador se ha visto un exceso, especialmente en los últimos años, del término La Rioja, y de actos en La Rioja, y con autoridades de La Rioja, y eso que buena parte de los mejores caldos son, sin duda, los que salen de las barricas alavesas. Hasta los presidentes del Consejo Regulador, los dos últimos, han salido del despacho del presidente del Gobierno de La Rioja. En el segundo caso, el Gobierno Vasco no lo dudó: abandonó temporalmente el Consejo ante el ninguneo que se hacía sobre Rioja Alavesa y el País Vasco.

Esas actitudes son la que llevan a muchas personas, bodegueros y representantes de instituciones alavesas, a plantearse la posibilidad de una mayor independencia de la sede logroñesa de la calle Estambrera. Y no dejan de tener razón. Algunas de las mayores bodegas están en Rioja Alavesa, su calidad y prestigio nacional e internacional están consolidados, la Casa del Vino de Laguardia es un equipamiento altamente competitivo como para certificar y asesorar y el asociacionismo, con la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA), Araex, Exba-7 y otras, incluso la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, garantizan un perfecto conocimiento de las necesidades de las empresas, los gustos de los consumidores, la evolución de los mercados y hasta la forma de especializar a los diferentes colectivos de trabajadores que entran en el sector del Rioja en esta comarca.

Por otra parte, las infraestructuras para trabajar la tierra en Rioja Alavesa siempre han sido un motivo de orgullo para este lado del Ebro. Las comunidades de regantes de Rioja Alavesa han sido entidades muy dinámicas que se han encargado de buscar respaldos de Gobierno, Diputación y ayuntamientos, que no sólo han acometido una red de riegos muy potente, sino también de mejora de caminos rurales y hasta de lucha contra la invasión del mejillón cebra. La Comunidad de Regantes de Oion ya tiene un sistema a base de filtros en la estación de bombeo de agua del Ebro y sistemas similares se colocarán en Lapuebla de Labarca y en Baños de Ebro, los tres lugares donde se han realizado los estudios en los que se apreció que el molusco llega hasta los viñedos por la red de distribución de agua.

Otro elemento más aparece como diferenciador, en cuanto al tratamiento del vino como negocio. Y es que Rioja Alavesa está desarrollando con una gran potencia el enoturismo, gracias a la implicación de bodegas e instituciones. Es frecuente encontrar verdaderas multitudes de visitantes en los pueblos de Rioja Alavesa durante los meses bajos en cuanto al turismo, en invierno. Y es que la mayoría de los ayuntamientos impulsan actividades, conciertos, concursos, catas y otros actos que atraen a personas de todos los puntos del país para disfrutar de esos programas y de los vinos de la comarca.

Con todos estos elementos no es raro que la Fiesta de la Vendimia de Rioja Alavesa haya encontrado una identidad propia en cuanto a su desarrollo, una fiesta en la que intervienen todos los municipios, con sus peñas, sus bodegas y sus grupos de danza o de actividades culturales. Y el hecho de que la propia celebración vaya rotando le da el mismo rango de importancia a cada localidad: ninguna se siente pequeña, porque ayudada por la Cuadrilla de Rioja Alavesa cada convocatoria es un éxito en su misma.

Además, el que exista un pregonero, que es elegido por la localidad que celebra la fiesta, y que éste sea un personaje o un colectivo populares, alejados de la política, le da mayor autenticidad y popularidad a la fiesta.

Y tras el pregón, el que cada localidad cuente con su propio espacio de exposición, con sus respectivas degustaciones, convierte a cada fiesta en un encuentro con las raíces de un pueblo que es diverso en sus matices en cada localidad, pero que se siente orgulloso de compartir la magia de crear Rioja cada año en un espacio común: en Rioja Alavesa.

Grupo Rioja En otro orden de cosas, representantes de Grupo Rioja se reunieron ayer en Vitoria con el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Bittor Oroz, para intercambiar impresiones y trasladarle la postura de la Asociación sobre la DOC Rioja. La delegación estuvo integrada por el Presidente de Grupo Rioja y representante de Pernod Ricard, Víctor Pascual, el director general, José Luis Benítez, y miembros de la Junta Directiva pertenecientes a las bodegas alavesas Marqués de Riscal, Grupo Barón de Ley, Bodegas Palacio, y García Carrión. El encuentro había sido solicitado por la asociación bodeguera hace unos meses, con motivo de la decisión del Ejecutivo Vasco de "dejar de asistir temporalmente a las reuniones del Consejo Regulador de la DOC Rioja.