vitoria. Los entes municipales -ayuntamientos y mancomunidades- del País Vasco dedicaron el año pasado casi 19 millones de euros a la Ayudas de Emergencia Social (AES), lo que supone un sobrecoste del 9,6% sobre la cantidad presupuestada por el Gobierno Vasco.

Un total de 42 instituciones locales recibieron y aprobaron más peticiones de ayudas que las que habían previsto, de forma que tuvieron que añadir algo más de 2,3 millones de euros a las cantidades que tenían asignadas para cubrir las necesidades más acuciantes de sus vecinos. Por el contrario, un número similar de entidades no necesitaron agotar el presupuesto y devolvieron al Gobierno Vasco 660.066 euros, un 3,82% del presupuesto total para AES, que ascendió a 17.300.000 euros.

Según la información facilitada por el Departamento de Empleo y Políticas Sociales, aunque el gasto total del año pasado en las ayudas sociales que gestionan los ayuntamientos vascos fue superior al que se había previsto en los Presupuestos Generales de la CAV, al cierre del ejercicio 2012 el Gobierno Vasco consignaba un gasto inferior en esta partida, ya que algunos ayuntamientos no utilizaron todo el dinero que se les había adjudicado inicialmente y devolvieron más de 660.000 euros al Ejecutivo. De esta forma, el gasto del Gobierno Vasco en AES ascendió a 16,6 millones.

Sin embargo, a esta cantidad hay que sumar los 2.335.053 euros que otros ayuntamientos tuvieron que poner de su propio presupuesto al verse desbordados por las peticiones de ayuda. En concreto, 39 ayuntamientos, dos mancomunidades (Bideberri y Arratia) y un consorcio (el de Mungia) ampliaron la asignación para AES recibida del Gobierno Vasco con presupuesto propio. Cinco de estos municipios (Oñati, Arakaldo, Etxebarri, Muskiz y Zierbana) prácticamente duplicaron las cantidades que tenían asignadas. Los casos más llamativos son el del Ayuntamiento de Etxebarri, que recibió 76.781 euros y gastó 207.696 (un 170,51% más), y el de Muskiz, que contaba con 59.528 euros para las ayudas de emergencia y tuvo el emplear 151.550 euros (un 154,59% más).

revisar criterios A la vista de estos datos, el Gobierno Vasco reconoce que "la cuantía aportada por algunas entidades es mucho mayor que la devuelta por otras", por lo que "resulta evidente la necesidad de revisar los criterios de distribución que se han utilizado en los últimos ejercicios". En conjunto, los entes municipales de la CAV dedicaron 2,3 millones de euros (un 13,5% de la asignación total) a cubrir el desfase entre las ayudas previstas y las realmente abonadas.

En el caso contrario se encuentran los municipios que han concedido menos ayudas de las que se habían previsto en los Presupuestos y que al finalizar el ejercicio han tenido que devolver todo o parte del dinero asignado. Incluso hay seis ayuntamientos (Abaltzisketa, Arama, Gaintza, Hernialde, Orendain y Ajangiz) que no dedicaron ni un solo euro a AES y reintegraron la totalidad de lo que les habían concedido. En este grupo de municipios únicamente Hemialde y Ajangiz tenían consignado un presupuesto de más de mil euros.

En total, 40 ayuntamientos y 6 mancomunidades (Uli, Busturialdea, Durango, Lea-Artibai, Txorierri y Uribe Kosta) sumaron un reembolso de 660.066 euros. En términos netos la cantidad no utilizada más elevada correspondió al Ayuntamiento de Irun, que contaba con un presupuesto de 490.550 euros para AES y finalmente utilizó 299.181.

Para explicar que algunos municipios devuelvan ayudas a pesar de que "la situación socio-económica general ha sufrido un empeoramiento evidente", el Gobierno Vasco se refiere a los cambios normativos introducidos en los últimos ejercicios, que han implicado unas condiciones más restrictivas de acceso a las AES y ciertas limitaciones" en la concesión de ayudas.