Bilbao. Neumólogos y médicos de atención primaria de diferentes centros hospitalarios de Euskadi celebraron por primera vez una jornada conjunta en el Colegio de Médicos de Bilbao sobre el diagnóstico y el tratamiento de la fibrosis pulmonar idiopática (FPI), una enfermedad que, por su condición de rara, es poco conocida entre los propios profesionales y la ciudadanía en general.

Esta dolencia tiende a afectar algo más a varones que a mujeres. En Euskadi se estima que la padecen en torno a 13 mujeres y 20 hombres de cada cien mil, lo que hace un total de 300 pacientes. Pero como la mediana de edad a la que suele presentarse esta enfermedad está en los 63 años, el incremento de la esperanza de vida conlleva un crecimiento paralelo de su incidencia. De hecho en Euskadi cada año se detectan 60 nuevos casos. La FPI es la variedad más frecuente de las denominadas enfermedades intersticiales, un grupo de patologías que acarrean una pérdida progresiva de la capacidad pulmonar. La supervivencia de quienes la padecen oscila entre los dos y los cinco años tras el diagnóstico, por lo que resulta más letal que la mayoría de los tipos de cáncer, incluyendo los de colon, riñón, útero, mama y próstata.

Reconocer la FPI, caracterizada por una cicatrización anómala del pulmón de causa desconocida, es complicado, ya que algunos de sus síntomas -como disnea o sensación de ahogo y tos- son similares a los de otras enfermedades respiratorias comunes, como asma o EPOC. Su reconocimiento temprano resulta esencial, pues el único tratamiento existente por el momento es eficaz en sus fases leves o moderadas.

Por ello, el objetivo de la jornada organizada por la Sociedad Vasco-Navarra de Patología Respiratoria (SVNPAR) fue -según la Laura Tomás, neumóloga del Hospital Txagorritxu de Vitoria-Gasteiz- "acercar la fibrosis pulmonar idiopática a los médicos de primaria para que la conozcan bien y la tengan en mente, ya que son quienes tienen más posibilidades de encontrarse con esta enfermedad en sus fases iniciales".

"Atención Primaria y Atención Especializada -añade Tomás- deben trabajar en equipo y tener una comunicación muy fluida entre sí para poder ofrecer opciones terapéuticas efectivas a los pacientes, remitiéndolos en el momento adecuado a las unidades neumológicas especializadas en FPI. Suele ocurrir que, por la dificultad de su diagnóstico y su carácter minoritario, esta patología sea valorada y tratada en muchos casos cuando se encuentra ya en fases avanzadas".