exresidente en una lonja convertida en vivienda habitual
llodio . Un ejemplo claro de los datos ofrecidos desde los ayuntamientos de Llodio y Amurrio, en cuanto al descenso que están sufriendo las solicitudes para convertir lonjas en viviendas, ya sea por los precios que están adquiriendo en el mercado este tipo de pisos o por los tiempos de crisis que corren, se puede encontrar en la zona de Ugarte de Llodio. De hecho, en una de las lonjas convertidas en piso de este barrio laudioarra ha residido en los últimos tres años y hasta el pasado mes de enero, Juan Ángel Ortega. Un joven que reconoce que "seguiría viviendo allí, porque mi experiencia ha sido francamente positiva, pero vamos a ser aitas y necesitamos más espacio, y una de las pegas de este tipo de viviendas es, precisamente, sus pequeñas dimensiones", explica.
Ortega asegura que en la misma zona "había cuatro o cinco pisos similares, uno de un compañero de la cuadrilla, y están realmente bien. Claro que también depende de qué bajo te toque, el mío estaba a estrenar y genial, aunque no tenía acceso al patio interior para colgar la ropa, ni demasiada altura". Cosas del diseño.
Lo que sí tiene claro Juan Ángel, después de la experiencia vivida, es que "la verdad es que te tiene que gustar el rollo de vivir a la altura de la calle, porque por lo que cuesta hoy en día alquilar o comprar uno de estos pisos, si buscas más privacidad, te vas a un piso convencional por el mismo precio", matiza. Y es que este joven apunta que los alquileres mensuales de estos pisos "andan en torno a 530 euros, y por lo que se comentaba entre vecinos, la opción de compra rondaba los 240.000 euros".
En definitiva, que lo que en un principio era bonito y una especie de chollo, con los años se esfumó, porque se han equiparado los precios, y no hay que perder de vista que hablamos de viviendas que, por regla general, son más pequeñas", sentencia quien, con todo, "sí hubiera encontrado un piso en lonja de mayores dimensiones, lo habría cogido, porque nos ha gustado mucho la experiencia de vivir a pie de acera", asegura este residente de Llodio.