gasteiz. La de ayer fue una jornada frenética y de muchos nervios para Orlando Romero y su familia, pendientes de la subasta de su vivienda de Gasteiz, y también para la plataforma Kaleratzeak Stop Araba, que durante las últimas semanas ha colaborado estrechamente con los afectados para tratar de paralizar este nuevo desahucio. Fue un día, también, de gestiones a varias bandas entre el colectivo anti desahucios, la notaría donde está previsto que esta mañana se ejecute la subasta y el banco con el que Orlando tiene formalizada su hipoteca, Banesto, con el objeto de paralizar este procedimiento y dar más aire a la familia. Finalmente, no obstante, los movimientos no terminaron de dar sus frutos. La subasta notarial seguía adelante al cierre de esta edición y, si no se produce un giro inesperado de última hora, se llevará a hoy a partir de las 10.30 horas.
Los contactos entre Kaleratzeak Stop Araba y la notaría, ubicada en la céntrica calle San Antonio, en realidad comenzaron la semana pasada. Y ayer llegaron a su punto álgido cuando la plataforma remitió a este despacho un escrito basado en el dictamen que el pasado 14 de marzo emitió el Tribunal europeo de Justicia contra la Ley estatal de Desahucios para intentar de paralizar este procedimiento, según pudo saber este periódico.
Las gestiones también se aceleraron entre la notaría, el Colegio alavés de Notarios y el propio banco, sin que finalmente se llegase al resultado deseado por la familia, la paralización de la subasta. Este procedimiento, de carácter extrajudicial, agiliza al máximo los trámites y podría estar resuelto en el plazo máximo de tres meses, tras los que la deuda de la familia quedaría íntegra. Tanto Romero como la plataforma han solicitado la dación en pago de la vivienda, que acumula una deuda de casi 190.000 euros, así como la judicialización de la subasta en caso de que se llegue a ese escenario. En este caso, los plazos se ensancharían hasta un máximo de un año y medio.
Así las cosas, la concentración que esta mañana iba a celebrarse ante la sede de la notaría seguirá su curso. Promovida por Kaleratzeak Araba y apoyada por distintos colectivos sociales y sindicatos, esta acción pretende paralizar el proceso como ya ha sucedido en varios casos anteriores.
El caso de Orlando también tuvo ayer su eco en instancias municipales, donde la coalición abertzale Bildu salió al paso de los acontecimientos para mostrar su postura ante estos hechos. En concreto, Bildu explicó en una nota de prensa que confía en que la presión ciudadana consiga detener el desahucio de la citada vivienda, sita en la calle Errekatxiki, en el barrio de Judimendi. La coalición recordó que el 20 de noviembre, el Pleno municipal aprobó una moción en la que, entre otras medidas, se instaba al Ayuntamiento a que "se revisen las relaciones económicas, institucionales y de colaboración con cada una de ellas llegando incluso a la retirada de los fondos municipales".
cancelar el crédito Al respecto, Bildu recordó que el Consistorio gasteiztarra mantiene un importante crédito con Banesto -la entidad de crédito que pretende ejecutar el desahucio- que, trimestralmente, supone a las arcas municipales tener que pagar casi 41.000 euros en intereses. "Por tanto, si desgraciadamente el desahucio se confirma, el Gobierno municipal deberá cancelar el crédito y la cuenta que le une al Banco Español de Crédito. La presión popular ya ha conseguido parar otros desahucios como, por ejemplo, el del pasado enero en el barrio de Aranbizkarra, y aunque éste sea un desahucio notarial y pretenda ser más rápido que los habituales, debemos demostrar de nuevo la injusticia del procedimiento", indicó la concejala Ane Aristi, que también se dirigió al alcalde, Javier Maroto.
"Cuando en noviembre aprobamos la moción, su partido pidió votarla por puntos, y él mismo ya se encargó de recordarnos que las mociones no son vinculantes, con lo que ya dejó bien a las claras que no piensa hacer nada eficaz contra los desahucios, más allá de pretender engañarnos con campañas mediáticas basadas en el autobombo hueco. Si realmente es un alcalde sensible con los problemas de sus ciudadanos debe hacer algo aparte de publicar un tuit; y cancelar las relaciones con las entidades de crédito que desahucian. Es una buena manera de decirles que este Ayuntamiento no va a colaborar con quienes ejecutan procedimientos tan inhumanos", argumentó la concejal abertzale.