sevilla. Cuatro peritos que comparecieron ayer en el juicio contra el torero José Ortega Cano por un accidente de tráfico mortal declararon que bebió mucho, que la alcoholemia real que tenía era muy superior a los 1,26 gramos por los que está acusado y que no pudo producirse una contaminación de la prueba.

El juicio que celebra el juzgado penal número 6 de Sevilla escuchó ayer a un perito que ha situado la alcoholemia real de Ortega Cano en el momento del accidente en 1,63 gramos de alcohol por litro de sangre, ya que el índice de 1,26 gramos por el que está imputado se obtuvo dos horas y media después, cuando ingresó en un hospital.

El perito afirmó que Ortega Cano tenía una "embriaguez completa" y presentaba una "conciencia muy restringida" de sí mismo, no era consciente del peligro y que con esa concentración de alcohol se llega a sufrir alteraciones de la vista, de ahí que no viese el coche que venía de frente cuando invadió el carril contrario a las 22.30 horas del 28 de mayo del 2011.

Las curvas que manejan los expertos indican que si Ortega Cano tenía 1,26 gramos en el momento de su hospitalización -triple de lo autorizado- dicha cantidad tuvo que ser de 1,63 gramos en el momento del siniestro, dos horas y media antes, afirmó este perito aportado por la compañía de seguros, que no tendrá que pagar las indemnizaciones en caso que se demuestre que el imputado iba borracho.

En contra de la declaración de Ortega Cano de que solo se mojó los labios con una copa de cava, el perito dijo que la intoxicación que tenía el torero equivale a ocho o diez cervezas, a cuatro o seis vasos de vino y a cuatro o cinco copas de licor.

Esta apreciación fue confirmada por dos técnicas del Instituto Nacional de Toxicología en Sevilla, una de ellas su directora en Sevilla, quienes aseguraron que cuando se tomaron las muestras de sangre el organismo estaba ya en fase de eliminación del alcohol, por lo que es probable que en el accidente la alcoholemia fuese mayor.

Por ello, el acusado debió consumir un cantidad "considerable" de alcohol, dijeron estas expertas, quienes descartaron que 1,26 gramos por litro de sangre se pueda alcanzar por una copa de cava ya que las tablas que manejan indican que un hombre de la complexión de Ortega Cano alcanzaría los 0,47 gramos por litro de sangre con tres copas de champán. Las expertas consideraron "imperceptible" la hipotética aportación al análisis del alcohol usado para desinfectar las heridas o la zona de extracción de sangre y rechazaron la hipótesis de la defensa de que una hemorragia o los fármacos que le administraron puedan alterar los datos de una alcoholemia.

Las técnicas añadieron que no observaron "ningún signo de alteración de la muestra" de sangre que analizaron, apreciación en la que coincidió el director de Hematología del hospital Virgen Macarena de Sevilla, donde quedó ingresado Ortega Cano.