BILBAO. El paciente es un varón de 57 años que perdió cuatro dedos de la mano en un accidente doméstico que sufrió hace diez meses.

Con este trasplante, el paciente ha recuperado la función de pinza, básica para la vida diaria ya que posibilita coger objetos y manipularlos.

El equipo quirúrgico y el paciente explicarán mañana detalladamente la operación en una rueda de prensa que ofrecerán en el Hospital Universitario de Cruces.