ROMA. La elección del nuevo Papa se complica a pasos agigantados. Tras la sorprendente renuncia de Benedicto XVI y los enigmáticos mensajes lanzados en sus últimas comparecencias públicas, el Vaticano salió ayer con una inaudita declaración: "Se esta intentando influir en el cónclave para elegir al futuro Papa a través de informaciones falsas y rumores". Tras las especulaciones sobre informes robados, sexo y corrupción, el Vaticano criticó a los medios y reaccionó contra los rumores. "Es miserable que a poco de que comience la elección del Papa se haga una difusión de noticias que a menudo no han sido analizadas, ni constrastadas e incluso son falsas", lo cual puede causar un gran daño a personas e instituciones, se afirma en el comunicado publicado en la página web.

Esta semana, el diario romano La Repubblica sostuvo que el papa podría haber dimitido por las dimensiones del caso VatiLeaks y por asuntos de sexo y corrupción. Al parecer, tres cardenales presentaron al Santo Padre en diciembre un informe secreto sobre el tema señalando casos de relaciones homosexuales y de chantaje. Al término de sus ejercicios espirituales, el Papa dijo: "Uno tiene la sensación de que el mal tiene la continua necesidad de ensuciar la creación, para contradecir a Dios y hacer irreconocible la verdad y la belleza de Dios".

"A través de los siglos, los cardenales han tenido que hacer frente a múltiples presiones a la hora de elegir pontífice por parte de diferentes poderes, afrontando lógicas de tipo político y mundano" continuó la nota de la institución vaticana que preside el cardenal Tarcisio Bertone. Según el comunicado, el modo actual en el que se intenta influir en los cardenales ha cambiado y, en la actualidad, "se intenta alterar a la opinión pública mediante argumentos y valoraciones que no recogen el sentir espiritual que la Iglesia está viviendo".

Por su parte, el portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi, también denunció ayer la existencia de esas mismas presiones para condicionar el libre ejercicio de voto en el cónclave, ya que en su opinión varios cardenales están siendo "considerados indeseables por una razón o por otra". Lombardi firmó ayer un editorial en la Radio Vaticana, en el que subraya que "el camino de la Iglesia en las últimas semanas del pontificado del Papa Benedicto XVI, hasta elección del nuevo Papa a través de la "Sede Vacante" y el cónclave, es "muy difícil, dada la novedad de la situación". Además, compareció ante los medios con una breve rueda de prensa en El Vaticano. Durante la misma, el jesuita aseguró que no todos los medios de comunicación pueden ser acusados de publicar rumores, pero indicó que es el caso de algunos italianos y de varios extranjeros que continúan difamando con noticias que hablan de una "forma negativa y premeditada". Y llamó a los medios de comunicación a informar con mesura sobre todo lo que acontece en la Iglesia católica. "No falta quien trata de aprovecharse del momento de sorpresa y de desorientación de los espíritus débiles para sembrar confusión y desacreditar a la Iglesia y a su gobierno, recurriendo a instrumentos antiguos, tales como la murmuración, la desinformación, a veces la misma calumnia", aseveró en su editorial.

En este sentido, aludió a los que hacen "una presión inaceptable para condicionar el ejercicio del derecho a votar por uno o por otro miembro del Colegio de cardenales, considerados indeseables por una razón o por la otra". Y agregó que "quien tiene en cuenta en primer lugar el dinero, el sexo y el poder, está acostumbrado a leer con estos parámetros la realidad, y no es capaz de ver ni siquiera a la Iglesia, porque su mirada no es capaz de dirigirse hacia las alturas o descender en profundidad y comprender las dimensiones espirituales de la existencia".

Mensaje del Papa En medio de este inaudito caso, Benedicto XVI continuó ayer con sus despedidas y en un discurso expresó ayer su agradecimiento a la Curia y aseguró que queda la cercanía espiritual tras sus ochos años de Papado.

En un discurso pronunciado tras los ejercicios espirituales a los que ha asistido esta semana, el Papa también advirtió que creer significa "tocar" su mano y ver su amor". El Papa agradeció a la Curia por estos ocho años en lo que han llevado con él, "con gran competencia, afecto, amor, fe, el peso de ministerio petrino", en un reflexión sobre las meditaciones de Cuaresma del cardenal Gianfranco Ravasi, actual "ministro de Cultura" vaticano. "Queda en mí esta gratitud, y también si ahora termina la comunión externa y visible queda la cercanía espiritual, queda la profunda comunión en la oración", señaló. En esta certeza seguimos adelante, seguros de la victoria de Dios, seguros de la belleza y del amor, recalcó.

En este mismo contexto, el pontífice, que el próximo día 28 de febrero abandonará sus funciones, afirmó que "el mal trabaja para ensombrecer, para ensuciar la belleza de Dios". Pero de esa oscuridad y del fango "se emerge con la fe que ayuda a encontrar la brújula entre las tinieblas, la mano de Dios, para redescubrir el amor y la verdad", agregó. Y se refirió al Dios que crea el mundo para ver al final que "todo es muy bonito", dijo. Todo ello -afirmó el Papa- "está en contradicción con el mal en este mundo, el sufrimiento, la corrupción (...) como si el diablo quisiera contaminar permanentemente la creación, para contradecir a Dios y pelean su verdad y su belleza", concluyo.

Posteriormente, el Papa se despidió en un audiencia privada al presidente de Italia, Giorgio Napolitano, y a su esposa a quienes prometió que rezará por Italia y expresó sus mejores deseos para este país en estos tiempos. Napolitano trasladó al pontífice la gratitud del pueblo italiano por su magisterio.