vitoria. La Fiscalía de Álava ha solicitado una pena de más de 21 años de cárcel y una indemnización de 72.000 euros para un hombre que supuestamente abusó sexualmente de la nieta de su mujer, de 9 años, casi todos los días durante un año y medio. Según el relato del fiscal, el hombre, de 54 años y nacionalidad ecuatoriana, convivía en un piso de la capital alavesa con su esposa, la hija de ésta y tres nietos menores de edad. Al parecer, los abusos comenzaron supuestamente en abril de 2008 y habrían continuado hasta octubre de 2009. El juicio por estos hechos se celebrará la semana que viene en la Audiencia Provincial.
Según la Fiscalía, el acusado aprovechaba la ausencia de las mujeres por motivos laborales para engañar a la menor y llevarla a su habitación mientras que el resto de los niños permanecía en el salón. El Ministerio Público cree que el hombre se desnudaba y también desvestía a la niña, al menos de cintura para abajo, y se colocaba encima de ella. Asimismo la besaba, la tocaba por todo el cuerpo y la obligaba a tocarle sus genitales. Además, supuestamente introdujo su pene en la vagina y en la boca de la menor aunque no llegó a penetrarla completamente.
En una ocasión, un hermano de la niña presenció los abusos, pero el acusado se valió de una actitud amenazante para obligarle a no contar lo ocurrido. El hombre también abusaba de la niña en la zapatería que éste regentaba en la capital alavesa. En estos episodios, en los que no se desnudaban, él se sentaba en una silla y colocaba a la niña encima para después frotarse contra ella. Durante todo este tiempo el acusado amenazó e intimidó a la menor para evitar que contara los abusos.
A finales de octubre de 2009 la madre encontró unas braguitas de la niña, semiescondidas detrás de un mueble y con restos de sangre. Cuando se las enseñó a su hija, ésta se puso muy nerviosa y empezó a llorar, lo que hizo sospechar a la madre, aunque la menor guardó silencio sobre los abusos. Finalmente y casi un mes después de este hallazgo, la niña comenzó a contar lo ocurrido a su madre, que denunció los hechos. Como consecuencia de estos supuestos abusos, la menor está afectada psicológicamente y ha sido sometida a un seguimiento médico. Además, tanto la madre como el hermano que presenció lo ocurrido han requerido tratamientos psicoterapéuticos.
La Fiscalía pide una pena de 18 años y 9 meses de cárcel por un delito de agresión sexual de carácter continuado, y otra de 12 años y seis meses de cárcel por abuso sexual continuado, al aplicarle las agravantes de parentesco mixto y abuso de autoridad y confianza. También reclama al acusado 72.000 euros como indemnización por los daños psicológicos causados: 60.000 en el caso de la menor, 12.000 para la madre y otros 12.000 para el hermano de la víctima.
Varias detenciones En otro orden de cosas, la Policía Local de Vitoria detuvo este pasado jueves a un varón de 32 años que intentó agredir a una joven, dependienta de un establecimiento, que le había recriminado su conducta. Además, el hombre provocó daños, de forma intencionada, en vehículos que se hallaban estacionados en el lugar. En un comunicado, la Guardia Urbana indicó que, poco antes de las seis de la tarde, una patrulla fue alertada de que un varón intentaba agredir a la dependienta de un comercio ubicado en la calle Tomás Alfaro al haberle sido recriminada su actitud por molestar a los clientes. Cuando los agentes llegaron al lugar vieron que la joven se había refugiado en un cajero automático aledaño, mientras que el hombre, "evidentemente embriagado", golpeaba el cristal de la puerta. Asimismo, la patrulla observó daños en varios vehículos estacionados, los cuales, según testigos presenciales de los hechos, habían sido producidos por el agresor.
Aparte, un hombre de 38 años ha sido detenido por agredir a una empleada de un supermercado de Vitoria, que lo sorprendió cuando intentaba robar diversos productos del establecimiento. Según el Departamento vasco de Seguridad, la agresión se produjo a mediodía del jueves en un supermercado situado en el barrio de Lakua. Entonces, la Ertzaintza fue alertada por un vigilante de seguridad del local de que tenían retenido a un hombre que había sido descubierto por una trabajadora cuando pretendía robar productos de las estanterías del local y, al tratar de huir, había causado lesiones en la mano a dicha empleada. Una patrulla arrestó al varón, que cuenta ya con siete detenciones anteriores. >efe/e.p.