E s hora de apretarse el cinturón. El bolsillo no entiende de fechas y, por ello, estamos antes las navidades más austeras. No cabe otra. La disminución del presupuesto familiar a raíz de la crisis económica ha generado en los consumidores vascos una crisis de confianza que parece haberse traducido en cambios en sus hábitos de consumo. No en vano, el 97% reconoce que la crisis ha hecho variar sus hábitos de compra. En todos los grupos de edad el precio se ha convertido en el factor principal que guía las opciones de compra y más de la mitad ha variado su hábito en la frecuencia de compra con el objetivo de controlar mejor el gasto. Así, mientras el 35% acude con mayor frecuencia a comprar y compra menos, el 44% compra más cantidad pero ha disminuido el número de ocasiones en las que realiza las compras y otra parte importante admite que compra solo lo estrictamente necesario.
La conclusión se desprende del sondeo realizado por Kontsumobide en los tres territorios históricos entre los meses de octubre y diciembre, según informaba ayer el Instituto en un comunicado. El objetivo del muestreo era doble. Por un lado, buscaba saber si los años de crisis han hecho variar los hábitos de compra de la ciudadanía de Euskadi y, en caso afirmativo, conocer cómo han variado. Por otra parte, pretendía recabar la opinión del consumidor sobre cómo cree que se le puede ayudar en esta especial coyuntura.
En cuanto a la frecuencia de las compras se sigue observando una importante brecha generacional. Seis de cada diez vascos realiza las compras de productos básicos con una frecuencia de una vez por semana. Las personas mayores de 66 años son los que tienen una mayor frecuencia de compra, mientras que los más jóvenes son los que más espacian sus compras. El género también parece influir en la frecuencia a la hora de hacer compras. Según los datos, los hombres prefieren hacer la compra más a menudo y en menor cantidad que las mujeres, mientras que éstas compran más cantidad pero en menos ocasiones. Con este panorama no es de extrañar que la mitad de los vascos reconozca que ha aumentado su consumo de marcas blancas. En este sentido, sólo una de cada cinco personas encuestadas es fiel a las marcas que ha consumido siempre. A este respecto sí se aprecia alguna diferencia en función del territorio, ya que en Gipuzkoa es donde más se apuesta por el consumo de marcas blancas.
Y todo ello porque tres de cada cuatro familias reconoce que ha visto reducidos los ingresos económicos en su familia. Las reducciones más acusadas, según los datos, las han sufrido las personas jóvenes y las de entre 40 y 65 años. Por ello, casi la totalidad (el 96%) admite haber reducido los gastos. Las preferencias a la hora de elegir donde realizar el recorte también son diferentes según el género ya que las mujeres rebajan su gasto en ropa, ocio y aficiones, mientras que los hombres gastan menos en comida y suministros. El 72% de las personas encuestadas asegura llevar un seguimiento periódico de los ingresos y gastos. Según Kontsumobide, los datos parecen indicar que el control del gasto tiende a aumentar en función de la edad de la persona consumidora.
Por otro lado, aproximadamente la mitad de las personas encuestadas -sin diferencias significativas entre los distintos grupos de edad y sexo- resalta la importancia de la actividad informativa y formativa desarrollada por Kontsumobide como "herramienta de ayuda" a la persona consumidora en el contexto actual de crisis.
Un 10% menos en navidad Y en este contexto no se libra ni mucho menos la Navidad. De hecho gastaremos un 10% menos en alimentación de cara a las fiestas navideñas, según un estudio realizado por CEACCU. Cada consumidor se gastará de media 139 euros en las comidas y cenas de las celebraciones navideñas, lo que representa un 10% menos que en 2011, cuando el gasto medio fue de 155 euros. La actual crisis económica obliga al consumidor a poner en práctica estrategias de ahorro, como adelantar las compras navideñas -los mercados registraron a finales de noviembre un importante aumento de las ventas de forma muy superior a la de meses precedentes- o directamente dejar de comprar. Así, más de la mitad de los consumidores han aprovechado las semanas previas a Navidad para llenar la nevera, según el estudio. Además, el consumidor prevé comprar el alimento más económico de cada grupo: congelados, aves, pescado azul y carnes que puedan encontrarse en oferta serán las opciones más frecuentes. En cuanto a los productos envasados, se sustituirán las calidades superiores (salvo promociones) por calidades medias y, en algunos casos, sucedáneos.
Situación extrema La caída del gasto en alimentación es, para CEACCU "un signo muy preocupante que revela la situación extrema de muchas economías familiares y la incertidumbre de la mayoría de ellas". "Cuando los recortes llegan a lo más básico, que es la alimentación, se está reflejando que el cinturón de las familias ya no puede apretarse más", avisó la organización de consumidores. Cabe recordar que los últimos datos del panel de alimentos del Ministerio de Agricultura reflejaban que en el último mes se produjo una caída en el gasto de los hogares del 1% (y que en el algunos casos, como el aceite de oliva, llegó al 7%). Así el gasto medio en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) será este año de 540 euros, 40 menos que hace un año y 295 menos que en 2008, justo el año antes del comienzo de la crisis. >dna/e.p.