Vitoria. Entre que, por un lado, muchos vitorianos han decidido quedarse en casa durante el puente de la Constitución para ajustar presupuestos, y que por otro miles de turistas se han dejado caer por la capital alavesa en estos días, el centro de la ciudad ha estado abarrotado de público pese a la lluvia y al intenso frío propios de esta época del año. Esa masiva presencia de gente en las calles se ha notado en la feria Goxo-goxo, cuyo traslado de la calle Bastiturri al entorno de la plaza de los Fueros ha supuesto todo un acierto, a juzgar por lo que opinan los comerciantes que han tomado parte en la iniciativa.

Eso sí, la situación económica es francamente mala y algunos de los presentes han visto cómo la gente pasaba junto a su caseta y probaba sus productos, pero renunciaba a comprar alguno de los manjares expuestos desde el pasado jueves y hasta el domingo.

Patricia, responsable del delicatessen Triforio, en Mateo Moraza, esperaba dar una mayor salida a sus productos. "El tiempo dañó mucho a la feria, con tanta lluvia y frío, y además creo que el horario fue muy corto, dos horas por la mañana y tres por la tarde no es suficiente para que la gente se acercara", señala la comerciante, que confirma la masiva afluencia de gente, y también que los bolsillos no están para alegrías. "Yo no me puedo quejar, pero no era lo que esperaba", afirma.

En cambio, Clemente, de la tienda de productos gallegos O'Carallo, está más que contento con el resultado de la feria. "He conseguido varios clientes nuevos, gente que no conocía nuestra tienda y a la que le encantaron los panes que llevamos; además dimos unas queimadas y todo el mundo disfrutó mucho", señala este gallego afincado en Vitoria, que alaba el cambio de escenario de Goxo-goxo. "El centro es el centro, hay mucha afluencia desde que abres hasta que cierras", explica Clemente, que sin embargo advierte de que "cada puesto es un mundo. Yo me fijaba -explica-; igual el de los chocolates a la mañana no vendía nada y a la tarde sí; yo a la mañana vendía más pan y a la tarde más chorizo".

cuesta comprar Josefina, de Artepan, coincide con Clemente en que "el sitio era muy majo, muy céntrico, con mucho paso de gente, es el lugar ideal. Es la tercera vez que acudo a la feria y la ubicación no tiene nada que ver", señala. En cuanto a las ventas, Josefina explica que en una feria "no es fácil" dar salida al producto. "La gente se anima un poco, pero no como yo me esperaba, no es para echar cohetes", señala la comerciante, y más habida cuenta de que el primer año de Goxo-goxo "fue espectacular". Ahora "todo el mundo dice que todo está muy rico pero le cuesta comprar". Josefina destaca además el papel que jugó la organización del evento, la Federación de Comercio de Álava.

El traslado a la zona de Los Fueros ha supuesto un éxito, pues, para una feria que inició su andadura en Bastiturri para impulsar una zona de la ciudad a la que acababa de llegar el tranvía y que a día de hoy se ha consolidado como un nuevo eje comercial y de hostelería en la capital alavesa.