Barcelona. Miles de personas -unas 4.500 según la Guardia Urbana- llenaron ayer la plaza Sant Jaume de Barcelona en respuesta a la convocatoria en defensa de la escuela catalana y del modelo de inmersión lingüística de la plataforma Somescola.cat, que aglutina decenas de entidades educativas y civiles de Catalunya. Esta concentración fuera más numerosa de las que se llevaron a cabo ayer tarde en unas 60 poblaciones catalanas, con el lema Por un país de todos, la escuela en catalán, en el marco de una jornada de protesta contra el anteproyecto de la Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial de los Derechos Humanos.
En el acto predominaron consignas como "escuela en catalán", "independencia" e "insumisión", en alusión a no aplicar la reforma educativa si se aprueba. Al final de la concentración, el presidente de la Generalitat, Artur Mas; la consellera de Educación, Irene Rigau, y el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, recibieron a los portavoces de la coordinadora Somescola.cat en la entrada principal del Palau de la Generalitat.
Somescola.cat fue creada hace dos años por un conjunto de entidades cívicas, culturales y del ámbito educativo a raíz de las sentencias del Tribunal Supremo que cuestionan el papel del catalán como lengua vehicular de la enseñanza en Catalunya. En el acto, el lingüista Isidor Marí y los cantantes Marina Rosell y Feliu Ventura leyeron el manifiesto en el que se defiende el modelo de escuela catalana, se destaca el consenso que genera y se señala el error "pedagógico" y "el elevado riesgo de fractura social" de separar a los alumnos por razón de lengua.
una reforma inaceptable El manifiesto subraya que el anteproyecto de la nueva ley de Educación (LOMCE) del ministro Wert es "inaceptable en los Países Catalanes, porque propone una contrarreforma educativa retrógrada, recentralizadora, armonizadora, inútil y que no sirve para preparar al alumnado catalán para hacer frente a los retos que la situación actual plantea". También considera que la LOMCE "anima a segregar a los alumnos por motivos de lengua dentro de un mismo centro educativo y a prever la subvención de centros de titularidad privada que se avengan a hacer la enseñanza en castellano" por lo que define como "la obsesión enfermiza y precostitucional del señor Wert respecto a la lengua catalana".
El manifiesto recuerda que entre las competencias del Parlament esta la de diseñar el modelo educativo en Catalunya. Por eso, pide al Gobierno catalán que haga cumplir sus leyes, "no ceda" en ninguno de los aspectos de política lingüística que se expresan en la ley de Educación Catalana (LEC) y actúe con la máxima contundencia en la defensa del patrimonio pedagógico catalán. Durante la jornada de protesta contra la LOMCE, en numerosos centros docentes se colgó una pancarta y carteles con el lema Por un país de todos, la escuela en catalán y se celebraron breves actos reivindicativos a la salida de la escuela.