vitoria. El pago de la deuda contraída por la Diputación sigue siendo un lastre que condiciona la actividad de este territorio. Éste tampoco será el año de las grandes inversiones como demuestra el hecho de que la partida destinada a la construcción de equipamientos o al arreglo de caminos, por citar algunas actuaciones, vaya a disminuir más de un 18%.
Así lo confirmó ayer el propio diputado foral de Hacienda, José Zurita, que insiste en que esta institución tiene que seguir haciendo frente a la deuda contraída en el pasado y a la deuda actual con su presupuesto propio. "Tenemos que elegir si pagamos deuda o hacemos carreteras. Los intereses de la deuda son un pequeño cáncer que se va comiendo nuestra capacidad de hacer cosas", declaró.
El ejecutivo liderado por el PP asegura que en el próximo ejercicio logrará una "severa contención" de la deuda. Frente a los 118 millones de euros que pidió prestados en 2012, el próximo año solicitará 68 millones, es decir, tendrá una deuda nueva de 68 millones de euros.
Esta cantidad se suma a lo que ya debe la Diputación alavesa de años anteriores. En concreto, el gobierno foral contempla una amortización de 36 millones de euros de deuda histórica, a lo que hay que añadirle los intereses, que cada vez son más altos: 16 millones concretamente. Cantidades que todavía, y pese al aumento de los impuestos, no son capaces de asumir con la recaudación tributaria. "Dedicamos más dinero a pagar la deuda de lo que nos dan los alaveses", explicó el diputado foral de Hacienda.
En la búsqueda de una mayor recaudación, hoy mismo las tres diputaciones y el Gobierno Vasco volverán a reunirse para acercar posturas sobre el anteproyecto para un nuevo Impuesto de Patrimonio propuesto por Bizkaia.