Una juez de Familia ha otorgado la custodia compartida de sus hijos a una pareja divorciada que vive en dos pueblos distanciados 60 kilómetros, de manera que la madre la ejercerá durante el curso escolar y el padre durante todas las vacaciones escolares de verano, Navidad y Semana Santa. La sentencia precisa que durante el tiempo que los dos hijos estén con cada progenitor, el otro deberá pagar 140 euros mensuales para contribuir a su manutención, además del reparto equitativo de los "gastos extraordinarios" de carácter médico, apoyo escolar, óptica o farmacia.