vitoria. Álava es el territorio vasco donde con más fuerza se recupera el euskera. La explicación es lógica, allí donde menos se hablaba el idioma es donde más margen tiene para progresar y consolidarse una vez que la cooficialidad se ha asentado y que la lengua vasca es necesaria para acceder a las instituciones. Los modelos educativos de los últimos treinta años y el propio deseo de aprenderlo por parte de los jóvenes han hecho que el euskera tenga cada vez más presencia y que, a día de hoy, el 16,8% de los alaveses mayores de 16 años sea bilingüe, frente al 7% de la población que en 1991 dominaba la lengua vasca. Además de ese 16%, otro 17,2% entiende el euskera pero no lo habla -euskaldunes pasivos-, lo que en la práctica supone que un tercio de los habitantes del territorio son, en mayor o menor grado, bilingües.

La situación en la capital, Vitoria, es un reflejo de lo que ocurre en todo el territorio, o viceversa, pues al fin y al cabo es en Gasteiz donde se concentra el grueso de la población alavesa. El 15,5% de los vecinos de la ciudad es bilingüe y el 18,7% se autodefine como bilingüe pasivo, frente al 65,8% de población castellanoparlante.

Cada territorio, por otro lado, muestra su propias características con respecto al uso del euskera. Así, en Bilbao los porcentajes son muy similares a los de Vitoria -el 16,3% de la población es bilingüe y el 17,6% bilingüe pasivo, frente al 66,2% de erdaldunes-, pero por contra en otras localidades vizcaínas el conocimiento y uso de la lengua vasca es mucho mayor que en el territorio alavés.

Si en Bilbao el euskera se diluye, en parte porque como ciudad grande absorbe población de otras comunidades, en San Sebastián la lengua vasca goza de una excelente salud. Como corresponde a una ciudad ubicada en el centro de un entorno rural casi plenamente euskaldun, el 35,5% de sus habitantes habla euskera con soltura y el 14,4% es bilingüe pasivo frente al 52,1% que sólo se maneja en castellano.

En el conjunto de la CAV, en veinte años se ha reducido en 224.000 el número de personas que sólo hablan una de las dos lenguas oficiales de la comunidad. En cuanto a los vascos bilingües, seis de cada diez tienen el euskera como lengua materna, aunque cada vez más personas han aprendido el idioma en la escuela o en un euskaltegi.