Vitoria. El Gobierno Vasco ha conformado una entente junto con los gobiernos de Andalucía, Asturias y Canarias para rechazar las políticas "regresivas" que en materia de Sanidad está desarrollando el Gobierno del PP. Todas estas administraciones autonómicas se pronunciaron ayer al unísono para pedir al Ministerio que dirige Ana Mato que impulse el diálogo social e institucional con todas las comunidades, partidos políticos y agentes sociales, y que "respete el papel y ámbito de decisión de las autonomías".

Esta declaración conjunta fue realizada después de que la ministra Mato convocara a los consejeros autonómicos de Sanidad en Valladolid, a una reunión "informal", con el objetivo de evaluar el impacto de las medidas de la reforma sanitaria que ya se han puesto en marcha.

Según recordaron las citadas comunidades, que optaron por no asistir a la cita, este encuentro se producía en vísperas de la aplicación de "dos nuevos recortes" de la sanidad pública, como son la retirada de medicamentos del sistema de financiación pública y la definitiva implantación "de un sistema de aseguramiento ya superado en España por la Ley General de Sanidad, que pone fuera de la asistencia sanitaria pública a ciudadanos españoles, que ahora dependen de su situación de dependencia familiar o nivel de rentas, y de extranjeros que residen en España".

En este sentido, tras señalar que no han querido respaldar con su presencia este conjunto de políticas "regresivas", aseguraron que la solución a la actual situación de retracción de la economía no pasa "por imponer un modelo económico y social basado en la restricción de derechos fundamentales básicos", como son la educación y la sanidad, ni en la privatización de la cobertura y gestión de los servicios públicos.

Por el contrario, estas comunidades consideran el mantenimiento de una sociedad "cohesionada, equitativa y con una sanidad y educación de calidad" como las bases "esenciales" para hacer frente a la crisis.

Las cuatro comunidades aseguraron que la "mayor fortaleza" del Sistema Nacional de Salud es su "amplio" respaldo popular y profesional, que, según destacaron, ha contado además "con el apoyo de todos los partidos políticos españoles que tanto en los diferentes Gobiernos de España como autonómicos han hecho posible un Sistema Nacional de Salud hoy moderno, de calidad y eficiente en lo económico".

reformas con respaldo En su comunicado, Euskadi, Canarias, Asturias y Andalucía reconocieron que es necesario hacer reformas y se consideraron capaces de encontrar "acuerdos comunes entre responsables políticos, profesionales y agentes sociales". Sin embargo, advirtieron de que ese respaldo social, político y profesional "puede quebrarse si prolifera la pérdida de los principios de equidad y cohesión".

A su juicio, es necesario "desterrar definitivamente los tópicos de la ineficacia y despreocupación" que frecuentemente se adjudica a las administraciones, servicios y empleados públicos. "Debemos dignificar su labor ante la sociedad, prestigiar su papel y trabajar de manera conjunta para salir reforzados de esta crisis", añadieron.

En concreto, sobre la actual coyuntura de la sanidad pública, aseguraron que la reforma del Sistema Nacional de Salud "debe de partir siempre del diálogo conjunto institucional y democrático". A su juicio, esa situación no se ha dado hasta ahora y, en concreto, criticaron el "rechazo" del Gobierno central a tramitar las reformas mediante proyecto de Ley para que estuvieran sujetas "a debate y negociación entre los partidos". Tampoco creen que se ha buscado el diálogo en las sucesivas medidas que ha ido adoptando el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad "sin el adecuado debate técnico y político en el seno del Consejo Interterritorial".