vitoria. Con el reciclaje de residuos, los ciudadanos participan activamente en la protección del entorno, tan castigado durante la época moderna por culpa de la mano del hombre. Óscar Martín, director de Ecoembes, quiso invitar ayer a los ciudadanos vascos a seguir participando de este sistema. Y lo hizo recordando que "con un sencillo gesto, el de la separación, se evita que los envases acaben en un vertedero, logrando reducir el consumo de energía y la emisión de gases de efecto invernadero". Además, recordó que "pueden aprovecharse los envases como materia prima de nuevos productos útiles".

Desde que Ecoembes comenzó a funcionar, en el conjunto del Estado se han reciclado cerca de 11,7 millones de toneladas de envases, lo que equivale a 880 campos de fútbol repletos de residuos. Esto ha evitado la emisión de 11,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, o el ahorro de 13,3 millones de Mwh -la energía equivalente al consumo de 1,2 millones de españoles, tantos como los que habitan en las provincias de Valencia o Bizkaia- y 314 millones de m3 de agua. O, lo que es lo mismo, el consumo anual de 5,6 millones de ciudadanos, el equivalente a los habitantes de la provincia de Barcelona.

Los responsables de Ecoembes dieron a conocer también varios datos curiosos que demuestran la importancia de dar una segunda vida a los envases. Con 80 latas de refresco se puede construir una llanta de bicicleta, con seis briks de leche o zumo se puede hacer una caja de zapatos, con 40 botellas de plástico un forro polar y con el reciclaje de ocho cajas de cereales, un libro.