Vitoria. Osakidetza y la Asociación española contra el Cáncer (AECC) no han tardado en lanzar la voz de alarma. El programa de detección precoz del cáncer de colon y recto, que tan buenos resultados ha dado desde que se inició su despliegue en Álava en el año 2009, no ha conseguido llegar a toda la población que las autoridades sanitarias hubiesen deseado. Las cifras de participación no son bajas, pero todavía quedan lejos de los mínimos previstos por Osakidetza. Además, hay dos zonas concretas de Gasteiz en las que sus responsables han puesto su punto de mira especialmente. Se trata de Olaguíbel y el Casco Viejo, en concreto la población adscrita a sus centros de salud.

Según los datos facilitados a este periódico por el Servicio Vasco de Salud, tanto el Casco como Olaguíbel comparten el dudoso honor de ser los dos distritos con la menor participación en la prueba de todo el territorio alavés, con menos del 60% de la población diana, que no es otra que los hombres y mujeres de entre 50 y 69 años. Una vez concluida una primera vuelta por toda la población de la provincia encuadrada en esa franja de edad, Osakidetza inició el segundo barrido por el Casco Viejo, Olaguíbel, San Martín y Gazalbide. Los registros, como también sucediese en aquella primera vuelta, no han dejado en el mejor lugar a los dos primeros distritos. "Tenemos que insistir en la importancia de completar el test, porque se están detectando muchas lesiones también en la segunda vuelta", advierte Isabel Portillo, coordinadora del programa.

La técnica, no invasiva y muy sencilla de realizar en el propio domicilio, detecta la presencia de sangre oculta en las heces y, en caso de ser positiva, el paciente es derivado al especialista para someterse a una colonoscopia diagnóstica, que confirma la presencia -o no- de la lesión cancerosa. A partir de hay, ésta se atajaría mediante cirugía, quimio o radioterapia. El dato más relevante es que si el tumor se detecta en su fase más inicial puede curarse en el 90% de los casos. La importancia de completar la prueba -se remite al domicilio del paciente cada dos años- reside en que el cáncer de colon y recto es asintomático en sus primeras fases, pero a la vez constituye la segunda causa de muerte por cáncer tras el de pulmón. La supervivencia media es de sólo el 48% a los cinco años del diagnóstico.

se amplía el plazo La escasa participación en Olaguíbel y el Casco ha empujado a Osakidetza a ampliar el servicio de recogida de muestras hasta finales de este mes de julio. El objetivo mínimo, acercarse a las cifras globales registradas en Álava durante la primera vuelta del programa, con una participación del 66,83%. En toda la red de Osakidetza, durante esta segunda vuelta se ha llegado al 68%, y en ambulatorios como el vitoriano de Zaramaga, al 66%. "Llegar hasta el 70% ya sería una buena tasa", según Portillo.

Durante este tiempo, gracias al programa de detección precoz, Osakidetza ha descubierto más de 1.216 lesiones premalignas en Álava y 179 cánceres, de los cuales el 70% se encontraba en estadíos iniciales. "Una fase estupenda para poder intervenir", recuerda Portillo. En primer lugar, la población diana recibe una carta en su domicilio en la que Osakidetza le invita a participar en la prueba. Una vez dado el consentimiento, se envía un sencillo kit a los pacientes con el que pueden tomar las muestras.