Vitoria/Donostia. Pese al repunte de conductores que utilizan los dos tramos alaveses de la AP-1 -Luko-frontera con Gipuzkoa y Etxabarri Ibiña-Luko-, lo cierto es que los números de la autopista no cuadran. Y menos, con la nueva realidad económica, que ha provocado que miles de conductores, sobre todo en Gipuzkoa -territorio por el que discurre la mayor parte de la citada infraestructura viaria- huyan de los peajes y se decanten por opciones gratuitas de desplazamiento, como la A-1.

Los datos no son optimistas. Pese a que las estadísticas aportadas por Arabat, concesionaria de los tramos alaveses de la autopista, explican que el tramo entre Luko y Gipuzkoa ha visto crecer el número de vehículos entre 2009 y 2011 en un 17,7% (hasta los 12.347 diarios), y el de Etxabarri-Luko, en un 18,3% hasta los 7.372, lo cierto es que los conductores buscan alternativas para evitar los peajes. Tal y como informaron recientemente los responsables de las finanzas y la explotación de Bidegi -explotadora de las autopistas guipuzcoanas- en las Juntas Generales, la AP-1 no está cumpliendo con las expectativas iniciales. Según las cifras aportadas en la ponencia de carreteras de aquel territorio histórico, las estimaciones iniciales fueron demasiado optimistas en comparación con los datos actuales. Y es que, para el cierre de 2012, se preveían contabilizar 15.200 vehículos diarios en la autopista Eibar-Vitoria, cuando, las últimas cifras hablan de 13.400.

La directora de Explotación de Bidegi, Marisa González, achacó la bajada de la demanda a la crisis económica, ya que, según afirmó, "la gente busca otras formas de moverse por vías alternativas". A este hecho habría que añadir, además, la disminución del tráfico pesado, que también se ha visto afectado por la coyuntura económica. En cualquier caso, la gestora guipuzcoana se mostró convencida de que las ratios actuales no variarán demasiado de cara al futuro, al considerar que "los tráficos son cautivos" y no cambian de manera sustancial.

Respecto al perfil del usuario de los peajes, desde Bidegi se explicó que la mitad del dinero que se recauda con los peajes lo aportan los conductores particulares, concretamente los que no se benefician de descuentos. Y la otra mitad, se reparte, a partes iguales, entre los camiones y los usuarios de las autopistas.