Vitoria. El equipo de arquitectos que ha diseñado a petición de la plataforma Auzoan Hazi, Hezi, Bizi el proyecto para ubicar la escuela del Casco Viejo en el palacio Escoriaza-Esquível apela a la "jurisprudencia arquitectónica" para defender la intervención en este edificio histórico. Así, considera injustificados los informes emitidos por el Ayuntamiento de Vitoria en los que se rechaza el uso educativo por tratarse de un inmueble en régimen de protección. En este sentido, recuerda que en la capital alavesa hay ejemplos de actuaciones como las que ahora plantean los colectivos vecinales y sociales del barrio.
En un nuevo documento elaborado por el estudio de arquitectura Abiaka se citan proyectos llevados a cabo en edificios que como el de Escoriaza-Esquível forman parte del patrimonio histórico y que han sido reconstruidos para darles un nuevo uso. Es el caso del convento de las Carmelitas Descalzas, que fue reconvertido en el proyecto Krea tras una reforma que impulsó la Caja Vital. Muy cerca, en el antiguo cementerio anexo, las obras dieron lugar a la creación de la Fundación Sancho el Sabio.
Los arquitectos recuerdan también otras actuaciones ejecutadas en edificios históricos de la almendra medieval, como la que se realizó en el Palacio Montehermoso, en el Casco Viejo, para albergar el centro cultural, o a muy pocos metros, en Fray Zacarías, la reconstrucción de las murallas fundacionales.
Las murallas son, de hecho, una de las principales razones por las que el Gobierno municipal se muestra más reacio a intervenir en Escoriaza-Esquível. "Sin embargo sí se ha intervenido en un proyecto realizado directamente por el propio Departamento de Arquitectura del Ayuntamiento de Vitoria", denuncian desde la plataforma.
El informe que presentan ahora de la mano de este estudio de arquitectura cuestiona punto por punto los motivos por los que el Gabinete de Maroto se niega a trasladar el centro educativo a este edificio. Insiste en que el proyecto presentado "no altera la configuración urbanística del trazado medieval del Casco Histórico", tampoco toca la muralla y respeta las indicaciones normativas en función de la catalogación de este edificio así como de la antigua hospedería, cuya utilización también está contemplada en el proyecto. En cuanto al coste de la inversión, cifrada en 12 millones de euros, una cantidad que a juicio del Gobierno local "resulta inviable para las arcas municipales", recuerda que cualquier intervención pública en el complejo va a suponer "un coste económico igual o mayor". "Por lo que creemos interesante contemplar el valor no económico de la propuesta que supone la recuperación del patrimonio arquitectónico para los ciudadanos de Vitoria-Gasteiz, que es a quienes pertenece en última instancia el edificio", concluye el estudio de arquitectura Abiaka.
Cabe recordar que el equipo de gobierno de Maroto tiene otros planes para el Palacio Escoriaza-Esquível. Prefiere dedicarlo al vino, posiblemente en forma de museo. Sin embargo, también ha rechazado el resto de las alternativas planteadas por los vecinos para trasladar la vieja escuela a un nuevo emplazamiento. En concreto, tampoco ve con buenos ojos que el centro educativo ocupe las dependencias del edificio Fray Zacarías porque, según explica, dispone de menos superficie útil que la actual escuela. Por otra parte, insiste en que si las aulas se trasladan al Semillero de Empresas, Vitoria correría el peligro de perder una subvención de 15,5 millones de euros. Por todo, ve más viable hacer obras en la actual escuela.