bilbao. La irrupción de la crisis en el panorama económico mundial ha llevado a algunos a facturar teorías políticas que responsabilizan del agravamiento de la recesión a la llegada masiva de extranjeros a los países desarrollados. Para erradicar estas peligrosas tesis que alimentan la discriminación, el coordinador de la Cátedra de la Unesco para la Inmigración, Desarrollo y Derechos Humanos, el mexicano Raúl Delgado, instó ayer a los políticos y a los gobiernos a que, a la hora de tomar decisiones, "tengan claro y entiendan" que la culpa de la crisis es el "afán desmedido de lucro" de las multinacionales, y no los inmigrantes.
"Políticamente es muy fácil buscar un chivo expiatorio en los inmigrantes, pero es una falsedad; lo que hay que analizar son las raíces de la crisis", destacó este representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en una conferencia de prensa previa al inicio del VII Congreso sobre Migraciones Internacionales en España, que dio comienzo ayer en Bilbao y que se continuará celebrando hasta el próximo viernes, organizado por la Universidad del País Vasco (UPV-EHU).
Raúl Delgado, que participa en estas jornadas con una conferencia relativa a la inmigración y la crisis económica, explicó que en la actualidad existen 240 millones de emigrantes internacionales en el mundo y afirmó que estos flujos de población se desplazan a lo largo y ancho del planeta debido a que las grandes corporaciones empresariales "buscan por todo el mundo fuerza de trabajo cada vez más barata y recursos naturales".
Esta situación no es propia de ningún punto del globo en concreto. Afecta tanto a los países del norte como a los del sur, ya que desmonta el sistema productivo de los países más desarrollados y provoca que "se dupliquen los trabajadores disponibles para el capital".
Dentro de este contexto, los emigrantes "no quitan el trabajo sino que se desplazan hacia donde se produce la oferta, muchas veces de forma forzada y en condiciones de vulnerabilidad. Las estrategias de las multinacionales, sin embargo, van encaminadas a sustituir unos trabajadores por otros". "Los políticos y los gobiernos deben entender esto a la hora de tomar decisiones", manifestó.
A lo largo de este congreso, al que está previsto que asistan cerca de 500 expertos en migración, también se analizarán otros asuntos que afectan a la población inmigrante y al país que los recibe, como el sistema educativo, la integración religiosa o la percepción social de la inmigración.