GASTEIZ. Kontsumobide ha explicado hoy en un comunicado que el año pasado intensificó la vigilancia de productos importados a Euskadi con carácter previo a su venta al público.
Cerca del diez por ciento de esos productos controlados fue rechazado, es decir que fue destruido o se impidió su entrada al mercado vasco, y el resto fue retirado hasta que el fabricante corrija la deficiencia detectada.
De las 256.000 unidades vigiladas, un 77 por ciento correspondió a productos textiles, calzados y complementos; un 11 por ciento a juegos y juguetes; otro 11 por a muebles; y el 1 por ciento restante, a material eléctrico.
Sin embargo, la inmensa mayoría de los objetos rechazados, un total de 20.173 unidades de 80 productos diferentes, fueron juguetes, fundamentalmente peonzas, peluches de pequeño tamaño, armónicas y flautas.
El objetivo de estas inspecciones es comprobar que los productos y servicios que se ofrecen a los consumidores cumplen todos los requisitos de etiquetado, información y seguridad.
Kontsumobide se encarga de localizar, inmovilizar y, cuando es necesario, retirar los productos que puedan suponer un riesgo para la salud o la seguridad.
Estas actuaciones se llevaron a cabo con la colaboración del Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones (SOIVRE) y con el Instituto Nacional de Consumo, lo que permitió el intercambio de información sobre productos que pueden comportar un riesgo grave para la seguridad de los consumidores.