DONOSTIA. Según ha explicado hoy a Efe el abogado de la asociación El Defensor del Paciente (ADEPA) en Gipuzkoa, Salvador Asenjo, que se encarga del caso, ya se han iniciado las actuaciones ante un juzgado de primera instancia de Donostia para solicitar la historia clínica del niño y elaborar un estudio pericial de lo ocurrido, con cuyos datos formalizará la correspndiente demanda de reclamación.
Asenjo ha aclarado que la decisión de actuar contra la aseguradora es debida a que, en su opinión, este procedimiento "ofrece mayores garantías en el orden civil" porque su tramitación sería más corta que en la jurisdición contencioso-administrativa, a la que sin embargo tampoco descarta acudir en un futuro.
Los hechos se remontan al 29 de noviembre de 2010, cuando Ibai, que entonces tenía cuatro años, fue intervenido en el Hospital de Cruces-Barakaldo para extirparle un tumor en el abdomen que finalmente resultó ser un embrión gemelo, es decir, un feto parásito que se había enquistado.
Asenjo ha explicado que durante esta cirugía se provocó al pequeño una situación de desestabilización "profunda" y "gravísima" que le afectó a "diversos sistemas orgánicos" y que motivó su traslado urgente el 3 de diciembre al Hospital Universitario de La Paz en Madrid, cuyos profesioales desarrollaron una "actuación extraordinaria" que "logró salvarle la vida", según este letrado donostiarra especializado en negligencias médicas.
Tras su ingreso, los médicos de este centro sanitario decidieron operar de manera paliativa a Ibai el 14 de diciembre ante la "catástrofe abdominal" que presentaba, mientras esperaban la llegada de una donación de órganos que "podría no ser inminente", ya que el niño precisaba un trasplante multivisceral de hígado, estómago, duodeno, intestino delgado y páncreas.
Finalmente, el 28 de diciembre se encontró un donante de características similares y esa misma noche se le practicó con éxito un trasplante multioránico que se prolongó durante más de seis horas, hasta la madrugada del día siguiente.
Cuatro meses después, el 15 de abril de 2011, el pequeño recibió el alta entre los interrogantes de su familia, que ya entonces no acertaba a explicarse cómo era posible que "un niño que estaba completamente sano" cuando ingresó en el Hospital de Cruces llegara a encontrarse, "al cabo de tres días, entre la vida y la muerte".
Ya en ese momento, los facultativos del Hospital de La Paz advirtieron de que el pequeño iba a tener que tomar una medicación inmunosupresora de por vida, porque la posibilidad de un rechazo, entre otras complicaciones inmunológicas, puede presentarse "incluso años después del trasplante".
Sin embargo no ha sido necesario esperar tanto tiempo para que los problemas se hagan patentes en la vida de Ibai ya que, según ha explicado a Efe, su padre, Javier Uriarte, desde que regresó a Bizkaia su familia se pasa "media vida en casa y la otra media en el hospital".
"Cada vez que surge una complicación tenemos que ir a Madrid y también hemos estado varias veces en Cruces, porque Ibai tiene las defensas muy bajas" y "cualquier pequeña enfermedad que a un niño normal casi no le afecta a él puede hacerlo mucho más".